
Mientras leemos una vez más a Faustina, no podemos dejar de sentir la urgencia de una mayor difusión de esta devoción, como lo pidió Jesús. Es triste ver pasar la Fiesta de la Misericordia, el domingo posterior a Pascua de Resurrección, con muy poco sentimiento y escasa movilización de las almas. Juan Pablo II fue el gran impulsor de esta obra, y de la Canonización de Sor Faustina, que ahora es Santa Faustina, por lo que estamos seguros que leyendo este maravilloso texto hacemos aún más feliz a nuestro querido Karol, allá en el Reino donde goza de las eternas delicias.
Los invitamos a leer esta maravillosa obra, El Diario de Sor Faustina Kowalska, Santa Faustina.
Fuente: www.Reina del Cielo.org
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