lunes, 31 de diciembre de 2012

"Hay que juntar el rebaño ante que oscurezca" (Mensaje dado en Salta, Argentina, por la Santísima Virgen a María Livia)


Termina un año cargado de premoniciones, advertencias y profecías llegadas desde distintas religiones, culturas, astrólogos, místicos y videntes, casi todas convergentes en el 21 de diciembre de 2012. Muchas veces nos hemos encontrado frente a un verdadero batido de predicciones en el que se mezclan la biblia con el calefón, sin temor de Dios alguno. 

Mas hoy resulta abstracto indagar acerca de la veracidad o falsedad de tales o cuáles revelaciones, en tanto la Naturaleza nos está dando señales concretas, inquietantes e inequívocas de que el planeta, afiebrado, se estremece entre llagas y convulsiones que no dejan de multiplicarse ante la obstinada ignorancia de sus habitantes, quienes sordos, ciegos y mudos, continuamos el juego de una vida que está dejando de ser tal, en una agonía lenta e indeclinable. Mientras, nos afanamos en la necedad de descorrer el velo de las profecías, olvidando que "... ahora vemos como en un espejo, bajo imágenes oscuras; pero entonces veremos cara a cara" (Cor. 13, 12).  Y a nuestra espalda, ante nuestros ojos dormidos, la agonía recrudece bajo signos jamás vistos.  

En medio del llanto innegable de las criaturas angélicas, el Cielo demanda, pide, suplica al hombre una transformación espiritual urgente, y sin embargo no es escuchado; aunque sí  indagado, desbrozado y juzgado por inteligencias hechas a imagen y semejanza de Aquel que, anonadándose, no deja de clamar. 

¿Cómo es que no reconocemos las señales de los tiempos? 



Hermanos, que este nuevo año no nos acune en tan peligrosa dormición. Volvamos la mirada a Dios. Abramos nuestros ojos y nuestro corazón a la insondable Misericordia del Todopoderoso. Recordemos la promesa hecha por Nuestro Señor Jesucristo a Santa María Faustina Kowalska: 

(1182) +  "Hija Mía, escribe que cuanto más grande es la miseria de un alma tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia e [invita] a todas las almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi misericordia, porque deseo salvarlas a todas. En la cruz, la fuente de Mi Misericordia fue abierta de par en par por la lanza para todas las almas, no he excluido a ninguna".

'Oh Dios de insondable misericordia, abraza el mundo entero y derrámate sobre nosotros a través del piadoso Corazón de Jesús' (Sor Faustina).

Bajo el amparo amoroso de María Santísima, destello absoluto de ternura y piedad inextinguibles, con el alma puesta en el Cántico a la Caridad, la administración de este blog desea que el año 2013 nos encuentre sumergidos en el océano de la Divina compasión, en la Gratitud y en el Perdón para que podamos gozar de un cielo y una tierra nuevos en unión a los corazones de Jesús y María. Ojalá así sea.
                                                                                    

 CÁNTICO A LA CARIDAD
San Pablo, 1 Corintios 13, 1-13

(1)Aún cuando yo hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tuviera Caridad, vengo a ser como una trompeta que resuena o címbalo que retiñe.

(2)Y cuando tuviera el don de la profecía y penetrase todos los misterios y toda la ciencia; cuando tuviera toda la fe de manera que trasladase las montañas, no teniendo Caridad no soy de nada.

(3)Y si distribuyo todos mis bienes para sustento de los pobres, entregara mi cuerpo a las llamas, si la Caridad me falta, no me sirve de nada.

(4)La caridad es sufrida, es bienhechora, la Caridad no tiene envidia, no es ostentosa, no se ensoberbece.

(5) La Caridad no hace nada ignominioso, no es ambiciosa, no busca sus intereses, no se irrita, no toma en cuenta el mal,

(6) no se alegra por la injusticia, se complace con la verdad,

(7) a todo se acomoda, lo cree todo, todo lo espera, todo lo soporta.

(8)La caridad nunca fenece; las profecías desaparecerán, cesarán las lenguas y se acabará la ciencia.

9)Porque ahora nuestro conocimiento es imperfecto, e imperfecta nuestra profecía.

(10)Pero cuando venga lo perfecto desaparecerá lo imperfecto.

(11)Cuando yo era niño, hablaba como niño, juzgaba como niño, razonaba como niño. Pero cuando fui ya hombre hecho, di de mano a las cosas de niño.

(12)Porque ahora vemos como en un espejo, bajo imágenes oscuras; pero entonces veremos cara a cara. Yo conozco ahora imperfectamente, mas entonces conoceré a la manera que soy conocido.

(13)Ahora permanecen estas tres virtudes: la Fe, la Esperanza y la Caridad: pero la Caridad es la más excelente de todas.


sábado, 29 de diciembre de 2012

El Santo Rosario es fuente de bendiciones

El Santo Rosario


Padrenuestro: El Reino vendrá

Adoramos su santidad al desear que su nombre sea santificado. Reconocemos su soberanía y la justicia de sus leyes, anhelando la llegada de su Reino y ansiando que le obedezcan los hombres en la tierra como le obedecen los ángeles en el cielo.

"Señor, abre mis labios
y mi boca proclamará tu alabanza"

Jesús ha venido a la tierra para traer su Reino de amor, porque el Reino de Dios debe hacerse presente en el mundo. Por eso todo lo que hagamos por instaurar todas las cosas en Cristo, son buenas, y una de ellas es rezar el Padrenuestro del Rosario, puesto que pedimos a Dios que venga su Reino a la tierra.


Entonces cuando rezamos el Rosario, rogamos a Dios en cada Padrenuestro que venga su Reino al mundo, para que los hombres vivamos en un nuevo paraíso terrenal, porque la misión de Jesucristo no está concluida todavía, sino que falta la realización de la promesa que desde antiguo hizo Dios en las Sagradas Escrituras: el Reino mesiánico, el Reino que pedimos en el Padrenuestro, y que infaliblemente vendrá, porque es promesa de Dios, que no puede engañarse ni engañarnos.


"Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme"

Cada vez que rezamos bien el Rosario, estamos dando un duro golpe al Mal, destruimos una parte de su reino y de su poder, porque cada Rosario bien rezado es como una cadena que envuelve personas y acontecimientos, librando a las almas del poder del Maligno, y también preservando a las personas de accidentes de todo tipo.

"Jesús mío, perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno
y lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas
de tu Divina Misericordia"

Si rezamos el Rosario todos los días, nos sentiremos como protegidos por el Cielo, y todo nos saldrá bien y todo tendrá un final feliz, porque hasta cuando las cosas se compliquen, todo se resolverá satisfactoriamente si rezamos todos los días el Santo Rosario, pues la Virgen en una de sus promesas, nos asegura que quien reza su Rosario no será vencido por la desgracia.



Para rezar el Santo Rosario: clic aquí

sábado, 22 de diciembre de 2012

EL MAGNIFICAT: Misterio insondable de la Divina Voluntad en el Plan Redentor




La visita de María a Isabel
1:39 En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. 
1:40 Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
1:41 Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, 
1:42 exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! 
1:43 ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? 
1:44 Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. 
1:45 Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". 


El canto de la Virgen María
1:46 María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor,
1:47 y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, 
1:48 porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, 
1:49 porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! 1:50 Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. 
1:51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. 
1:52 Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. 
1:53 Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. 
1:54 Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, 
1:55 como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre".  
(Lucas 1; 39/55) 





El Canto revolucionario
Una interpretación del Magníficat
Por el Profesor Dr. Gerhard Lohfink

En el Magníficat María dice de sí misma: “Desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada” Esta no es de ninguna manera una forma de alabanza propia. Esta declaración no está relacionada principalmente con María sino con la acción de Dios. Es una alabanza a Dios por lo que ha hecho por María:

Porque ha mirado la humildad de su esclava,
desde ahora todas las generaciones
me llamarán bienaventurada.
Porque el Todopoderoso
ha hecho grandes cosas por mí
Y su nombre es santo.

Lo que parece una alabanza propia está ubicado dentro de la declaración de María de que Dios ha hecho algo por ella. No es María la que ha hecho grandes cosas; el Señor ha hecho grandes cosas por ella. Pero naturalmente María dijo “sí”, y por eso la historia de la que habla el Magnificat pudo continuar y alcanzar su meta.

Pero ¿qué clase de historia es ésta en la que se dice que María tuvo un papel tan decisivo? Es una historia sobrecogedora. Es por esto que las palabras de María no son tan amables y encantadoras como podríamos haber esperado: los hambrientos fueron saciados, los ricos se quedaron con las manos vacías; los pobres fueron ensalzados, los poderosos derribados de sus tronos. Aquí se está hablando de sucesos reales de la historia de Israel, cosas que Dios había hecho ya y no solamente verdades generales acerca de Dios. Desafortunadamente muchas traducciones del Magníficat no son exactas en este pasaje concreto.

La traducción debe decir:

EL HA HECHO PODEROSAS HAZAÑAS
CON SU BRAZO
HA DISPERSADO A AQUELLOS
CUYO CORAZÓN ESTÁ LLENO DE ORGULLO
HA DERRIBADO A LOS PODEROSOS
DE SUS TRONOS
HA ENSALZADO A LOS POBRES
HA OTORGADO SUS DONES
A LOS HAMBRIENTOS
HA DESPACHADO A LOS RICOS
CON LAS MANOS VACÍAS
HA VENIDO EN AYUDA DE ISRAEL
SU SIERVO.

Que los poderosos sean derribados de sus tronos, y que los pobres y despreciados sean ensalzados son, por otra parte, afirmaciones tales que solo se encuentran en boca de los revolucionarios. En realidad María habla en su canto de una revolución que lo pone todo patas arriba. Empezó con Abraham. Sucedió cuando Israel se revolvió contra el Faraón y su teocracia.

Siempre ocurrió cuando Israel escuchó a Dios y se abrió a su acción. Ahora, en María y en su mesiánico Hijo, esta revolución ha alcanzado su apogeo. No, no es un canto suave y amable. María no tiene pelos en la lengua, habla con claridad. Dice: Todo el que esté preocupado solo por su propia gloria no puede percibir las hazañas gloriosas de Dios. Todo el que se preocupa solo de sus propios planes no puede reconocer el plan de Dios. Tal persona no tiene temor de Dios sino que se ha puesto a sí misma en el centro del escenario. Por eso, finalmente, se queda ahí de pie con las manos vacías.

Esta distinción radical rige a través de la historia del mundo, y a través de la historia de Israel: la distinción entre los que solo quieren llevar a cabo sus propios planes, y los que quieren lo que Dios quiere. No, María no alaba su propia grandeza y fuerza, sino la grandeza de Otro: la grandeza de Dios, su Padre, la grandeza del Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Ella canta el canto del pueblo de Dios. Ella canta el canto de un gran vuelco, que empezó con Abraham y sigue incluso hasta este día. Abraham no creyó en sí mismo y en sus propios planes, sino más bien en los planes de Dios – que Dios le haría antecesor de un gran pueblo.

Del mismo modo, María no buscó sus propios deseos, sueños o ideas de felicidad. Las ideas de Dios fueron la esencia de su vida –lo que Él tenía pensado para ella.

Por eso Ella pudo decir: "El Todopoderoso ha hecho grandes cosas por mí". El Magnificat habla de las relaciones históricas de Dios con Israel. Así queda claro que María no es solo una joven judía con su historia personal. Es eso también. Pero al mismo tiempo representa a todo el pueblo de Dios. En ella está condensada la historia de Israel, como lo está en Abraham. En ella y en su Hijo esta historia alcanza su meta, su cumbre. Por eso su canto es también el canto de todo el pueblo de Dios. Es nuestro canto, el canto de los que vivimos como parte del pueblo de Dios y que somos hijos de Abraham. Para nosotros también la afirmación es válida: Él ha venido en ayuda de Israel, su siervo, y ha recordado su misericordia, su misericordia que prometió a nuestros padres, a Abraham y a sus descendientes para siempre.

“Misericordia” no es el gesto caritativo del rico que da limosnas de su abundancia. La palabra hebrea para “misericordia”, que aquí queda en el fondo, denota una emoción que se siente en las entrañas. En hebreo “entrañas”, “misericordia”, y “vientre” son la misma palabra: “rachmim”. Así es como Dios tiene misericordia del hombre, así es como tiene misericordia de su pueblo. La miseria de su pueblo le conmovió hasta las entrañas, le golpeo hasta su nivel más profundo, le revolvió de dentro afuera.”Ha venido en ayuda de Israel, su siervo”, canta la Madre de Jesús.

Y lo hizo no solo entonces, sino que sigue haciéndolo hoy. ¿Nos damos cuenta de que nosotros también necesitamos la misericordia de Dios, cada uno de nosotros y todos nosotros, y que nosotros también tenemos que ser misericordiosos los unos con los otros? ¿Y no deberán las necesidades del pueblo de Dios dolernos en las entrañas y revolvernos? No podemos alabar a María y, en vista de la falta de fe a nuestro alrededor, preocuparnos solo por nuestro bienestar personal.

Cuando uno reza el Magnificat puede fácilmente experimentar una decepción. María dice en este canto que Dios ha mirado su “bajeza”. Esto se explica a menudo como alabanza de su pequeñez, de su modestia, de una vida escondida. ¿María alaba la modestia en su canto? Romano Guardini dijo una vez que nosotros los cristianos deberíamos ser humildes, pero no modestos. Ahí captó perfectamente el espíritu del Magníficat.

Este canto no habla de modestia, sino del hecho de que Dios ayuda a los oprimidos a conseguir sus derechos y echa fuera de sus tronos a los opresores. El Magnificat no ofrece consolación en las miserias de este mundo. Más bien habla del vuelco de todas las relaciones –aquí, hoy. Habla de revolución y de derrocar lo establecido.

El lugar de esta revolución pacífica es la Iglesia, se hace en nuestras parroquias. O, para hablar con mayor propiedad, éstos deberían ser los lugares donde, si se reza el Magníficat, no se esté simplemente llenándose la boca con palabras vacías.

Nuestras parroquias son el lugar en el que la gente debería vivir junta en paz y armonía, y donde nos perdonáramos los unos a los otros una y otra vez. Cuando esto ocurre, tiene lugar la revolución de Dios, la revolución por la cual Él transforma el mundo.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

EL GRAN AVISO DE DIOS A LA HUMANIDAD

Nota Aclaratoria

Después de haber sido derogados los cánones 1399 y 2318 del Código de Derecho Canónico, por la decisión de Pablo VI en el “Acta Apostolicae Sedis” (Vol. 58, Número 16) del 15 de noviembre de 1966, publicado el 29 de diciembre del mismo año, los escritos referentes a nuevas publicaciones, manifestaciones, milagros, etc., pueden ser difundidos y leídos por los fieles, incluso sin licencia expresa de la Autoridad Eclesiástica, con tal de que se observe la Moral Cristiana General.
Recordemos también a San Pablo que nos exhorta: "No despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno" (1ra. de Tesalonicenses 5;20).









 ¿QUÉ SERÁ EL AVISO UNIVERSAL?


El AVISO  universal será un evento cósmico sin precedente en la historia de la humanidad, un fenómeno de naturaleza desconocida para la ciencia; según muchos videntes será como una LUZ encendida en las profundidades del Cosmos, que proviene directamente de Dios y que impactará la tierra durante 20 minutos aproximadamente, será visible al ojo humano pero será también una fuerza invisible que sacudirá las conciencias de los hombres, provocando en el ser un gran shock de orden emocional, psicológico y espiritual, mas no producirá ningún daño físico directo; por lo tanto bien se podría definir como “el último esfuerzo del cielo” para que la humanidad tome clara conciencia de Dios y del pecado, ampliando la dimensión espiritual y la comprensión de la MAGNITUD de la distancia que hemos tomado de Dios por causa de nuestros pecados.

En otras palabras, este Aviso universal será una gran prueba para la conciencia de la humanidad, no será pues algo que modifique el curso de los eventos catastróficos que deberemos afrontar, sino mas bien será una posibilidad de cambiar nuestra perspectiva frente a esta realidad, pudiendo obtener de ello grandes beneficios espirituales. 

Este evento ampliamente revelado por Dios a muchos instrumentos alrededor del mundo, no es en realidad de gran conocimiento público y a su vez poco creíble para  otros; seguramente se preguntará el lector por qué algo de tan grande magnitud a permanecido en el silencio? quizás  la respuesta sea porque no ha sido vinculado ni a la ciencia (por no contar con elementos tangibles) ni a la religión (por tratarse de revelaciones privadas) quedando de este modo adherido solo a los hombres de fe.

Algunos de los mensajes dados por Jesús y María Santísima a través de almas escogidas a lo largo del tiempo explican o dan a conocer algunos detalles sobre la naturaleza, sobre los efectos que tendrá en el género humano y el tiempo en que ha de ocurrir este gran Aviso de Dios a la humanidad.  

Cabe mencionar que este conocimiento es dado a los instrumentos escogidos en forma de locución interior, muchas veces acompañado de visiones o también de forma mística, es decir, experimentando el evento en su naturaleza humana – espiritual, sintiendo de este modo los efectos que el Aviso producirá, dando así un conocimiento en su real magnitud.

Se conocen muchas revelaciones de videntes auténticos sobre este gran AVISO de Dios a la humanidad desde hace mucho tiempo, pero fue en las apariciones de Garabandal, donde se comienza a difundir en los cinco continentes este tema, comprendiéndose en un contexto más amplio. Veamos pues una breve síntesis de una de las apariciones Marianas más extraordinarias  de la historia.

Garabandal es un pequeño y humilde pueblo  ubicado en una zona montañosa del norte de España en donde aun hoy se conservan las huellas dejadas por la presencia de la Santísima Virgen María en las casi 3000 apariciones públicas entre los años 1961 y 1965 a cuatro niñas de entre 11 y 12 años, Conchita, Jacinta, Mari Cruz y Mari Loli.

Fueron muchos los mensajes y profecías dados a la humanidad a través de estas niñas, pero fue el anuncio de tres grandes eventos de carácter universal lo que mas impacto causó en aquel entonces.
Estos eventos han sido anunciados por otros videntes y rectificados en otras apariciones Marianas y son: EL AVISO, EL MILAGRO y EL CASTIGO o Purificación.

Según la visión de las niñas este castigo será tan grande como jamás lo hubo ni lo habrá sobre la faz de la tierra, afectará a toda la humanidad, y por tal motivo el AVISO universal y el MILAGRO vienen antes para prepararnos y como última oportunidad de conversión.

El MILAGRO de Garabandal viene poco tiempo después del AVISO para confirmar al mundo que el AVISO vino de Dios y no quede duda de su naturaleza.

Exponemos a continuación algunos comentarios hecho por la principal vidente, Conchita González que por aquel entonces tenía 16 años:

 

  • Que este Aviso está vinculado a un fenómeno de la naturaleza; que este nombre existe en el diccionario y empieza con la letra “A”.
  • Que el Aviso es algo que viene directamente de Dios y podrá verse en todo el mundo al mismo tiempo.
  • Que será como una relación de nuestros pecados y será visto y experimentado tanto por creyentes como por no creyentes y por personas de todas religiones.
  • Que el Aviso es como una purificación para prepararse al Milagro.
  • Que es también una especie de catástrofe, que hará que pensemos en los muertos, es decir, que preferiríamos estar muertos antes que experimentar la vivencia del Aviso.
  • Que este Aviso será una corrección de la conciencia del mundo, y los que no conocen a Cristo, es decir, los que no son cristianos creerán que es un Aviso de Dios.
  • Que lo más importante de ese día es que todas las personas del mundo verán una señal, una gracia o un castigo en el interior de sí mismas, en otras palabras, un Aviso.
  • Que se hallarán completamente solos en el mundo en ese momento, independientemente de donde estén, a solas con su conciencia y ante Dios. Verán entonces todos sus pecados y lo que sus pecados han provocado.
  • Que cada quien sentirá de modo distinto este acontecimiento porque dependerá de la conciencia de cada uno, ya que los pecados son distintos los de una persona y los de otra.
  • El Aviso estará vinculado a un fenómeno astral, como si dos estrellas chocaran entre sí; que este fenómeno no producirá daño físico, pero nos espantará, porque en ese preciso instante veremos nuestras almas y el daño que hemos hecho; será como si estuviéramos agonizando, pero no moriremos por sus efectos, aunque es posible que muramos de miedo o por la impresión de vernos a nosotros mismos.

Estas revelaciones dadas en aquella pequeña aldea se condicen con otras tantas dadas a lo largo del tiempo en todo el mundo pudiéndose constatar que dicho AVISO vendrá como una última campanada para la humanidad, la cual se encontrará sumida en una profunda crisis planetaria.


Quienes están conscientes de la delicada situación planetaria en todos los órdenes, sabrán, no solo por la simple lógica sino también interiormente, que llegar a una toma de conciencia universal mediante una forma convencional, humana, para revertir en lo inmediato la forma de pensar y de obrar del hombre, en medio del descontrol moral, la falta de valores altruistas, la falta de fe y el masivo plan de distracción, sería hoy en día una utopía frente a los eventos dramáticos que estamos viviendo, por lo tanto, nos queda una posibilidad lógica que es una INTERVENCIÓN DIVINA, la cual dará una gran oportunidad a toda la humanidad de hacer un alto en el camino y volver así la mirada al Creador.

(1) LA GRAN CRUZ QUE SE VERA EN EL CIELO

“…ENTONCES APARECERÁ LA SEÑAL DEL HIJO DEL HOMBRE EN EL CIELO; Y ENTONCES LAMENTARÁN TODAS LAS TRIBUS DE LA TIERRA…”
(Mateo 24:30)

 MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SANTA FAUSTINA KOWALSKA
2 DE AGOSTO DE 1934

"Escribe esto: Antes de venir como el Juez Justo, vengo como el Rey de Misericordia. Antes de que llegue el día de la justicia, les será dado a los hombres este signo en el cielo. Se apagará toda luz en el cielo y habrá una gran oscuridad en toda la tierra. Entonces, en el cielo aparecerá el signo de la cruz y de los orificios donde fueron clavadas las manos y los pies del Salvador, saldrán grandes luces que durante algún tiempo iluminarán la tierra. Eso sucederá poco tiempo antes del último día".


sábado, 15 de diciembre de 2012

Novena de Navidad



SOLIDARIDAD, PARA VIVIR CON MAYOR PLENITUD EL AMOR DE DIOS

Al prepararnos para la Navidad con esta novena, tengamos presente la necesidad de fortalecer las relaciones familiares y comunitarias con vecinos, amigos y compañeros de trabajo. Descubramos en la reunión de cada uno de estos nueve días, el mensaje concreto que el Señor nos da desde su Palabra que es “viva y eficaz”.

Con la certeza que nos concede la fe, preparémonos con optimismo para recibir el nuevo año y vivir con mayor plenitud el amor de Dios. Esforcémonos para que ese amor se haga palpable en cada uno de nuestros gestos, compromisos y acciones hacia los demás. Sólo, en esa medida, podremos entender el valor de la "solidaridad", tan necesario para derribar los muros de injusticia, guerra y muerte que parecieran cercar el mundo de hoy.

Que el gozo de la Navidad nos invite a reflexionar y a buscar nuevas maneras de ser solidarios, para continuar en el año venidero participando con entusiasmo en la construcción de una sociedad más fraterna.



ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS

Dios de infinita bondad y caridad que nos has amado tanto, que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen María, naciera en un pesebre para nuestra salvación. Te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, nuestra esperanza y deseo sincero de vivir solidariamente nuestras relaciones en la familia y la comunidad.
Señor, queremos crecer juntos como hermanos; por eso te pedimos que nos ayudes a mantenernos unidos en el amor en todos los momentos de nuestra vida. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y de alegría, sea para nosotros un estímulo que nos muestre la importancia de trabajar en la tarea de la nueva evangelización que nosotros y el mundo entero necesita. Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ
-¡Oh! José, hombre justo, esposo fiel de María y padre adoptivo de Jesús, a ti, a quien Dios colocó como custodio del hogar de Nazareth, te pedimos que vengas a nuestros hogares para enseñarnos a vivir solidariamente. Queremos celebrar la Navidad compartiendo la esperanza de una Colombia en la que podamos vivir como hermanos, brindándonos apoyo especialmente en los momentos de mayor dificultad.
San José, guía nuestros pasos por los caminos del mundo para anunciar a Cristo con nuestra propia vida, orientando nuestra peregrinación terrena hacia la Casa del Padre. Amén.

 -San José, padre justo y esposo fiel...
 Ruega por nosotros.

-Rezar un Padre Nuestro

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
-¡Oh! María, Madre nuestra, que por tus virtudes y especialmente por tu humildad fuiste escogida como Madre de Jesús, te pedimos que prepares nuestros corazones para que tu Hijo pueda nacer entre nosotros.
Que en esta Navidad, uniendo nuestro esfuerzo al de los demás podamos ser instrumentos de paz y reconciliación promoviendo la justicia y la solidaridad, especialmente, entre aquellos que más lo necesitan. Te invitamos María para que acompañes nuestro caminar en este proceso de nueva evangelización con que la Iglesia busca la construcción de una sociedad más fraterna, justa y solidaria. Amén.

-María, Madre de Dios y Madre nuestra...
Ruega por nosotros.

-Rezar un Ave María

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Jesús, Navidad es la celebración de tu encarnación en medio de nosotros; es la presencia gozosa de tu amor en nuestra familia y en nuestra comunidad. Navidad es la certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro Padre, porque Tú, Divino Niño, eres nuestro hermano.

Ayúdanos a comprender que, a través tuyo, Dios nos invita a vivir la fraternidad practicando el respeto, la justicia y la solidaridad. Haz que podamos vencer todo aquello que nos impide vivir como hermanos. Danos la sencillez de los niños para asumir nuestro compromiso en la construcción de tu Iglesia promoviendo y asumiendo los valores que ella nos propone para que, de este modo, como comunidad, podamos celebrar con alegría tu nacimiento. Amén.

Rezar un Padre Nuestro,  un Ave María y un Gloria


Primer día 

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.
2. Lectura Bíblica: Isaías 7, 13 - 17.


Isaías dijo: “Escucha, heredero de David, ¿les parece poco cansar a los hombres, que quieren también cansar a mi Dios? Pues el Señor mismo les dará una señal: ¡Miren!; la joven está encinta y dará a la luz a un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel. Comerá requesón y miel hasta que sepa rechazar el mal y elegir el bien. Pues antes que el niño sepa rechazar el mal y elegir el bien, el país de esos dos reyes que te infunden miedo habrá sido abandonado. El Señor hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre tu dinastía, días como no los ha habido desde que Efraín se separó de Judá”.

REFLEXIÓN
Dios da una oportunidad al pueblo de Israel, enviándole a su propio Hijo para la salvación de todos. Cristo, nos invita a practicar la solidaridad y la justicia con todas las personas, sin distingo de ideologías, clases sociales, diferencias culturales, de raza o religión.
Participemos en la construcción de un nuevo cielo y una nueva tierra, donde todos tengamos las mismas oportunidades y deberes, donde no haya injusticia, ni discriminación. Desterremos nuestro egoísmo y soberbia. Dejemos que Jesucristo transforme nuestros corazones y seamos los primeros en comprender a los demás, perdonar sus errores y darles otra oportunidad.

COMPARTAMOS
¿Cuándo -en nuestra familia- damos la oportunidad para que cada uno exprese su opinión?
En nuestra familia, en el trabajo, en nuestra actividad deportiva, ¿damos la oportunidad de rehacer una relación que se había roto? ¿Cómo?

COMPROMISO
Pensemos en alguna persona a la cual debamos darle la oportunidad de reconciliarnos con ella. Oremos en silencio por esta intención y, si es posible, procuremos acercarnos a ella.



Segundo Día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Isaías 11, 6-9.
"Entonces el lobo y el cordero vivirán en paz, el tigre y el cabrito descansarán juntos, el becerro y el león crecerán uno al lado del otro, y se dejarán guiar por un niño pequeño. La vaca y la osa serán amigas, y sus crías descansarán juntas. El león comerá pasto, como el buey. El niño podrá jugar en el hoyo de la cobra, podrá meter la mano en el nido de la víbora. En todo mi monte santo no habrá quien haga ningún daño, porque así como el agua llena el mar, así el conocimiento del Señor llenará todo el país".

REFLEXIÓN
En este pasaje, el profeta nos está mostrando el ideal al cual todos debemos aspirar: vivir en comunión perfecta. Esta es posible cuando renunciamos a nuestros egoísmos, enojos, groserías y toda clase de violencia. A veces, bajo el mismo techo, vivimos alejados por no saber escucharnos mutuamente, comprendernos y llegar a acuerdos. Igualmente hay quienes no soportan ni toleran a los vecinos, o quienes no les perdonan las ofensas pasadas.
Abramos nuestros corazones a la venida de Jesús. Dejémonos guiar por ese niño pequeño de que nos habla Isaías y dispongámonos a hacer comunidad.

COMPARTAMOS
¿Cómo se vive en nuestra familia una comunidad de amor?
¿Qué podemos hacer para mejorar la amistad y la integración con los vecinos?

COMPROMISO
Hagamos una obra de caridad en nuestro vecindario.


Tercer día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Marcos 1, 2-5.
"Está escrito en el libro del profeta Isaías: “Envío mi mensajero delante de ti, para que te prepare el camino." Y así, se presentó Juan el Bautista en el desierto; decía a todos que debían volver a Dios y ser bautizados, para que Dios les perdone sus pecados. Todos los de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén salían a oírlo. Confesaban sus pecados, y Juan los bautizaba en el río Jordán".

REFLEXIÓN
Celebrar Navidad significa recibir a Jesús en un ambiente de unidad. Esta se construye cuando pensamos primero en aquello que es de todos y lo cuidamos, por ejemplo: la familia, la casa, la cuadra, el parque, etc.
Todos los seres humanos debemos buscar el bien común y, con mayor razón los cristianos. Si aprendemos a compartir nuestros bienes, dones y carismas, esto hará que se multipliquen las bendiciones sobre todos y la comunidad se verá favorecida. Porque no puede haber felicidad individual si a nuestro lado hay personas que sufren por carecer de aquellas cosas más elementales. Es necesario que nosotros los cristianos cuidemos, promovamos y compartamos todo lo bueno que Dios nos ha dado. Aprendamos a cuidar los bienes comunes porque son nuestros y de los demás, esta es nuestra gran tarea y responsabilidad.

COMPARTAMOS
¿Quiénes estamos aquí reunidos tenemos bienes en común? ¿Cuáles son?
¿Qué hacemos cada uno de nosotros para cuidarlos   o promoverlos?

COMPROMISO
Alrededor del pesebre, meditemos cómo nos sentimos realizando el compromiso del día anterior.


Cuarto día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Lucas 1, 26-31.
"A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María. Ella era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo: ¡Salve, llena de Gracia! El Señor está contigo. María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo y le pondrás por nombre Jesús".

REFLEXIÓN
Tan importante es la familia que Nuestro Señor Jesucristo necesitó también de una para poder nacer y crecer. Tanto amó Dios al mundo que envió a su propio Hijo para redimirnos del pecado y es el mismo Dios Padre quien escoge a María y José como su familia. Fue en el hogar de ellos donde el Niño Jesús aprendió el lenguaje humano y se formó en su humanidad, contando con el afecto y el cuidado de sus padres.
Es en la familia donde aprendemos a ser solidarios, a compartir las cosas, a respetar las diferentes formas de ser y de pensar, a cuidarnos, a perdonarnos, a ser leales, a tomarnos de la mano para apoyarnos cuando el camino se hace difícil… y a compartir también los momentos de alegría. Si practicamos el diálogo, el servicio, el respeto y el perdón, podremos hacer de nuestro hogar un ambiente sano, lleno de paz y solidaridad, a ejemplo del hogar de Nazareth.

COMPARTAMOS
¿Por qué es importante la familia? 
¿Cómo manifiestas tu amor por los miembros de tu familia?
¿Qué puedo hacer para que mi familia sea mejor cada día?

COMPROMISO

Jesús nos pide amor, ofrece un gesto de afecto o de ayuda a aquel miembro de tu familia que más lo necesite. Escribe su nombre en un papelito y colócalo en el pesebre.




Quinto día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Mateo 1, 19 - 21. 24
"José, el esposo de María, que era un hombre justo y no quería denunciarla, decidió separarse de ella en secreto. Después de tomar esta decisión, el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas aceptar a María como tu esposa, pues el hijo que espera viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque el salvará a su pueblo de los pecados. Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado: recibió a su esposa y, sin tener relaciones conyugales, ella dio a luz un hijo, al que José le puso por nombre Jesús".

REFLEXIÓN
Aunque la paternidad de José no es propiamente una dificultad, si podemos decir que tuvo que tomar una decisión adecuada y oportuna en un momento trascendental, especialmente porque se trataba de una gran responsabilidad. José necesitó la ayuda divina, la ayuda de un ángel.
De igual forma, nosotros debemos convertirnos en esos “ángeles” que se presentan en los momentos difíciles que vivan los demás. Vale la pena que nos esforcemos en ayudar a cambiar las situaciones de angustia y conflicto en momentos de paz y tranquilidad, ayudando a encontrar siempre una salida a los problemas propios y ajenos. Vivamos esta Navidad sabiendo que Dios siempre permanece en nosotros y es Él quien nos ayuda a superar las dificultades.

COMPARTAMOS
* ¿En momentos de dificultad hemos recibido la ayuda que necesitamos?
* ¿Conocemos personas que están pasando por un momento difícil en la familia, el trabajo o en la comunidad? ¿Cómo podemos ayudarles en esta Navidad?

COMPROMISO
Oremos por alguna persona que esté pasando por un momento de tristeza o dificultad y acompañémosle.



Sexto día


1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.



2. Lectura Bíblica: Lucas 1, 39-45. 56.

"Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró a la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo: ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!"

REFLEXIÓN
Veamos el ejemplo de la Virgen María quien, estando embarazada a la espera del Salvador, partió hacia la casa de su prima Isabel para visitarla y brindarle con alegría todo su apoyo, quedándose con ella durante tres meses, hasta el nacimiento de su hijo Juan.
Dar nuestro apoyo al hermano, tener misericordia con él, compartir lo que somos y tenemos, aún a costa de nuestros propios intereses, son acciones que dan testimonio al mundo de que Cristo está vivo y actúa a través de nosotros. Servir, en vez de ser servido, es el ejemplo que nos da Jesús durante toda su vida. Por eso, el nacimiento de Jesús en el pesebre nos debe invitar a servir con alegría, como lo hizo María.

COMPARTAMOS
Cuando te piden un favor, ¿ lo haces con alegría o de mala manera?
¿Qué nos motiva a brindar apoyo a los demás y cómo nos sentimos cuando lo hacemos?

COMPROMISO
Encendamos una vela junto al pesebre y durante un momento oremos por las personas de las que recibimos ayuda. Al terminar apaguemos la vela.

                          

Séptimo día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Lucas 1, 57 - 60.
"Cuando se cumplió el tiempo, Isabel dio a luz a un hijo. Sus vecinos y parientes oyeron que el Señor le había mostrado su gran misericordia y se alegraron de ella. Al octavo día fueron a circuncidar al niño y querían llamarlo Zacarías, como su padre. Pero su madre dijo: “No, se llamará Juan”.

REFLEXIÓN
Juan el Bautista, que es el último de los profetas, es el eslabón que representa la unión de todos los esfuerzos que, desde la creación, hizo el hombre para reconocer en Jesucristo al Padre.
Y así es como debemos continuar uniendo todos nuestros esfuerzos para ayudar a la construcción del Reino de Dios. Todo cristiano sabe que no existe solitario, sino en comunidad y, por ello, estamos llamados a esforzarnos en la construcción de la Iglesia y de la sociedad. En el amor del Señor dejemos a un lado el egoísmo, la intolerancia y la soberbia; aprendamos que la unión es la fuerza que edifica nuestra familia y nuestra comunidad.

COMPARTAMOS
¿Qué necesidades hay en nuestra familia o comunidad que podamos solucionar entre todos? Compartamos lo que cada uno puede aportar.

COMPROMISO
Aseemos y embellezcamos juntos nuestra casa o la cuadra o el edificio donde vivimos. 


                                 

Octavo día

1.  Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Lucas 2, 6-7.
"Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón".

REFLEXIÓN
Que esta Navidad nos permita reconocer el gran amor de Dios desbordado en la humanidad que “siendo rico, por nosotros se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza”. La lectura nos hace una invitación a la generosidad, a que seamos solidarios; a que escuchemos la voz de los pobres, de los necesitados, de los que sufren y compartamos con ellos los bienes que Dios nos ha regalado, en la seguridad de que Cristo está presente en cada ser humano necesitado: los niños y los ancianos abandonados, las familias desplazadas, los enfermos terminales… y tantos otros a quienes podemos brindar un poco de pan, de compañía, de afecto.

COMPARTAMOS
¿Estamos realmente siendo solidarios con los que tienen necesidades?
¿Las posesiones que acumulas te dan la felicidad? ¿ por qué?

COMPROMISO
Antes que termine el año tengamos un gesto de solidaridad con los más necesitados.



Noveno día

1. Oración para todos los días, a San José, a la Santísima Virgen y al Niño Jesús.

2. Lectura Bíblica: Lucas 2. 15, 19.
"Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros: vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado. Fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el establo. Cuando lo vieron, se pusieron a contar lo que el ángel les había dicho acerca del Niño, y todos los que lo oyeron se admiraban de lo que decían los pastores".

REFLEXIÓN
En esta Navidad, como los pastores, debemos estar atentos a la voz de Dios, y salir juntos al encuentro de Jesús que se ha hecho hombre en medio de nosotros para ayudarnos a crecer en fe y santidad.
Como hermanos nos corresponde actuar con amor en nuestras relaciones con los demás y, en lugar de criticarlos o hacerlos tropezar, este amor nos debe motivar a ayudarlos, sólo de esa manera podremos crecer juntos. Es necesario aportar lo que sabemos y tenemos para bien de los miembros de nuestra familia y de nuestra comunidad. El egoísmo nos destruye, la generosidad nos hace crecer.

COMPARTAMOS
* ¿Qué aporte positivo hago para el crecimiento de quienes me rodean?
* ¿Cómo contribuyo al fortalecimiento de mi familia y de mi comunidad?

COMPROMISO
Hagamos una cadena de fraternidad con nuestras manos alrededor del pesebre, recemos el Padre Nuestro y propongámonos cada uno de nosotros a ejecutar desde hoy mismo una tarea que nos permita crecer juntos.

Fuente: Novena de Navidad