sábado, 24 de marzo de 2018

El Arzobispo de La Plata llamó a los sacerdotes a movilizar a los fieles en la Marcha por la vida que se realizará el 25 de marzo en la ciudad de Buenos Aires.

Monseñor Héctor Aguer convoca a los sacerdotes a movilizarse contra el aborto

 Aguer convocó a los sacerdotes a movilizarse contra el aborto
El Arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, pidió hoy "encarecidamente" a los sacerdotes de la diócesis que movilicen a los fieles a participar de la llamada "Marcha por la Vida" contra la legalización del aborto, que se realizará en la cuidad de Buenos Aires el domingo 25 de marzo.
En la última edición del programa Claves para un mundo mejor, que se emite los sábados, Aguer había dicho que en el debate por la legalización del aborto "se juega algo muy importante, se juega el futuro de la patria, el de la Argentina. Creo no cometer una salvajada si digo que la mayoría de la corporación periodística hace campaña a favor del aborto".
La "Marcha por la Vida" se realizará el próximo domingo 25 de marzo cuando se conmemora el “Día de los derechos del niño por nacer”, instaurado por Carlos Saúl Menem en 1998 en relación a la fiesta cristiana de la Anunciación (según la doctrina, cuando Jesucristo fue concebido en el seno de María). La consigna se reactualizó en la últimas horas y ahora, directamente es una “Campaña Nacional contra el aborto”.
El llamado es “de vida o muerte” porque “si los políticos no defienden la vida de los niños por nacer, lo debe hacer el pueblo argentino”.
La Marcha partirá a las 15 desde Plaza Italia hacia la Facultad de Derecho, en la Ciudad de Buenos Aires.
En un comunicado difundido hoy por el Arzobispado se recuerda que Aguer llamó reiteradamente a defender la vida humana desde la concepción. 
"Nosotros defendemos la vida y luchamos, especialmente, para que se reconozca la cualidad plenamente humana del embrión, del feto, del niño por nacer. ¿Por qué hacemos eso? Lo hacemos porque hay evidencias científicas indiscutibles y, además, porque Nuestro Señor Jesucristo fue un niño por nacer, formado virginalmente por la acción del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María. Fue un feto parido virginalmente por la Virgen María", destacó.
Agregó que "nosotros queremos defender la vida desde el instante de la concepción y queremos decir 'No al crimen del aborto'. Esto supone también que el Estado en lugar de legalizar el aborto, en lugar de despenalizarlo totalmente, lo que debe hacer es ayudar para que los niños nazcan y puedan ser criados y educados como deben serlo".
"Todo el mundo sabe que muchas veces el aborto es el recurso que sigue a un embarazo no deseado, y esto tiene mucho que ver con lo que pasa hoy día, con ese pansexualismo general, con esa falta de criterio por la cual desde muy chicos, ya desde la primera adolescencia, empiezan con las relaciones sexuales. No están preparados para eso, no están preparados para ser padres y madres… No basta el "cuidarse", el "cuidarlos" repartiendo preservativos y anticonceptivos. Es preciso ayudar a que se formen integralmente, y reconozcan que el acto sexual tiene un doble significado, unitivo y procreativo", concluyó.



Tras el mensaje de la cúpula la Iglesia argentina sobre el aborto, el cual no es del todo combativo como muchos esperaban, el Arzobispo de La Plata, Monseñor Héctor Aguer, salió a dejar en claro que él sí presentará batalla y que buscará arrastrar a la Curia a un fuerte debate público, con demostraciones callejeras multitudinarias. Más allá de algunas declaraciones altisonantes contra Macri, advirtió: “Se pronunció la Comisión Ejecutiva, no toda la Iglesia”.

“Tenemos que tomar conciencia clara que no podemos obedecer legislaciones que tiene un valor legal pero que son ilegítimas, injustas”.

Monseñor Aguer también está sólo dentro dentro de la Comisión Permanente de la CEA. 

El religioso platense también hizo un llamado general al levantamiento de lo sacerdotes: “Estar en contra del aborto no es de derecha”. En donde sí encontrará apoyo es en su otro auxiliar, Nicolás Baisi, quien lo ayudó a organizar la “Marcha por la Vida” del 27 de septiembre pasado frente al Congreso de la Nación.

“Tenemos que tomar conciencia clara que no podemos obedecer legislaciones que tiene un valor legal pero que son ilegítimas, injustas”. Para fundamentar esto, citaba a teólogos del Siglo III que llamaba a los “cristianos a resistir”.


viernes, 23 de marzo de 2018

EL ABORTO Y EL DEMONIO

Por José Mª Montiu de Nuix, sacerdote, doctor en filosofía, matemático, socio de CiViCa

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S. S. Juan Pablo II afirmó la especial gravedad del aborto: “Entre todos los delitos que el hombre puede cometer contra la vida, el aborto procurado presenta características que lo hacen particularmente grave e ignominioso. El Concilio Vaticano II lo define, junto con el infanticidio, como ‘crímenes nefandos’ (JUAN PABLO II, Encíclica. Evangelium Vitae, n. 58). Más aún, estamos ante una mole gigantesca, monstruosamente horrible, formada por muchos millones de abortos.

¿Qué hay detrás de tantos abortos? Ha de existir una causa explicativa de la existencia de cifra tan astronómica. No hallándosele una causa visible, ¿no habrá una causa oculta? No pudiendo ser una causa débil, ¿no habrá una causa dotada de gran poder destructivo? No pareciendo que la humanidad por si sola sea capaz de engendrar tragedia tan macro – cósmica, ¿no contribuirá a cifra tan lamentable algo que esté situado más allá del hombre? ¿Hay seres inteligentes no humanos capaces de promover especialmente el desencadenamiento de una energía más destructiva que una potente bomba atómica? Hasta aquí el planteamiento de la cuestión.

La infalible palabra de Dios revela la existencia del diablo. Así, p. e., en Apocalipsis 12, 9. También lo recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica, p. e., en los números 391 y 2851. Dicha existencia ha sido además afirmada por los últimos Papas: el Papa Francisco,…Resulta muy conocido que el diablo es muy dañino. Así, en el mismo lenguaje corriente se expresa que algo es muy terrible diciendo que es diabólico.

Se puede pues lógicamente conjeturar que debajo de número tan crecido de abortos ha de existir una actuación diabólica. El exorcista Christian Curty, autor del libro L’avortement vu par un exorciste (El aborto visto por un exorcista), obra que se inicia con una carta adjunta del arzobispo Mons. Jean – Pierre Cattenoz, relaciona aborto y demonio. Opina esto desde su experiencia de atención a mujeres que sufrían mucho. Detectó reiteradamente que eran mujeres que habían abortado y en las que, con cierta frecuencia, creyó, además, descubrir una concreta influencia diabólica.

No disuena con esto el hecho de que la sed de sangre del demonio no se ha apagado con la muerte del Hijo de Dios en el Calvario. Su odio al Hijo de Dios se extiende a los nuevos hijos de Dios y a las que pueden ponerlos en el mundo, las mujeres encintas. Y, precisamente, en el aborto, siempre hay dos víctimas. Una de ellas, la madre. Además, los hijos concebidos y aún no nacidos que presentan malformaciones se identifican especialmente con el Hijo de Dios, a tenor de Mt. 25, 31-46.

En suma, se puede concluir que el abanico formado por el elevado número de abortos, por el hecho de haber sido abortados tantos que presentan malformaciones y por los no infravalorables trastornos psíco-físicos de las abortistas, que pueden llegar hasta el suicidio, requiere de un horizonte de inteligibilidad explicativo, el cual es la misma existencia del diablo. Es esto algo que merece ser reflexionado muy atentamente.

Fuente: civica.com.es

lunes, 19 de marzo de 2018

San José Patrono de las Familias

SAN JOSÉ
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Afirma Santo Tomás de Aquino que "hay tres cosas que Dios no podría haber hecho más sublimes de lo que son: la Humanidad de Nuestro Señor Jesucristo, la gloria de los elegidos y la incomparable Madre de Dios, de quien se dice que Dios no pudo hacer ninguna madre superior. Podéis acrecentar una cuarta cosa, en loor de San José. Dios no pudo hacer un padre más sublime que el Padre adoptivo del Hombre-Dios".

A lo que agrega el melifluo San Bernardo: "Ya que todo lo que pertenece a la esposa pertenece también al esposo, podemos pensar que José puede distribuir como le parezca los ricos tesoros de gracia que Dios confió a María, su casta Esposa".

"Además, en el transcurso de los años pasados en Nazaret, Jesús colmó el corazón de San José con ternura de amor tal como jamás ningún padre creado la sintió ni sentirá, 'no sólo - como dice el Padre Huguet- para que José lo pudiese amar como Hijo, sino para que pudiese amar a todos los hombres como a sus hijos, pues, del mismo modo que todos somos hijos de María, así lo somos también de San José. (...) Y después de la devoción a la Santísima Virgen, nada hay más agradable a Dios ni más provechoso para nuestra almas que la devoción al santo Patriarca San José'".

"Habiéndosele concedido a Santa María Magdalena de Pazzis -una de las más gloriosas Santas hijas de Nuestra Señora del Escapulario- contemplar en un éxtasis la gloria de San José, exclamó: 'José, unido como está a Jesús y a María, es como una estrella resplandeciente que protege a las almas que bajo el estandarte de María, traban la batalla de la vida'".

"Cuando Santa Teresa fundó el primer monasterio de la Reforma del Carmelo, le dijo Nuestro Señor: 'Deseo que sea dedicado a San José y lleve su nombre. Este santo guardará una de las puertas y la Santísima Virgen la otra y Yo estaré entre vosotras'".

"Otra vez, se encontraba Santa Teresa en una sencilla iglesia de los Padres Dominicos, cuando sintió que alguien le colocaba sobre los hombros un hermosísimo manto. Durante unos instantes, no vio quién se lo ponía, pero poco después reconoció a la Santísima Virgen y a Su bendito Esposo San José. La Santa experimentó en su corazón una gran alegría. María habló y mientras Santa Teresa escuchaba esa voz celestial, tuvo la impresión de apretar en su mano la de la Virgen. 'Estoy tan satisfecha de que lo hayas consagrado a San José [a su primer convento de la reforma carmelitana] que puedes pedir lo que quieras para tu convento, con la certeza absoluta de que lo recibirás'. Los dos Santos Esposos colocaron entonces en las manos de Teresa una piedra preciosa de gran valor y dejaron a la Santa inundada de la más pura alegría y del más ardiente deseo de ser enteramente consumida por la fuerza del amor divino".

"Un día, al salir de su monasterio, dos religiosos carmelitas encontraron a un venerable anciano que avanzaba en dirección a ellos. Se puso entre los dos y les preguntó de dónde eran. El mayor respondió que eran Carmelitas.

-Padre- preguntó entonces el desconocido- ¿por qué vosotros, los Carmelitas, tenéis tanta devoción a San José?

El religioso dio varias razones, subrayando principalmente que Santa Teresa había tenido esa devoción y la había inculcado en aquellos que la siguieron. Cuando el padre terminó de hablar, el desconocido dijo:

-'Hacedme caso y tened a San José la misma devoción que tuvo Santa Teresa; todo cuanto le pidiereis, lo alcanzaréis'.

Y diciendo esto, desapareció".

No me acuerdo hasta ahora, decía Santa Teresa, de haberle suplicado cosa a San José que haya dejado de hacer.

Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este Bienaventurado Santo.

No he conocido de persona que deveras le sea devoto que no la vea más aprovechada en virtud, porque aprovecha en gran manera a las almas que a él se encomiendan.

Sólo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no lo creyere y verá por experiencia el gran bien que es encomendarse a este glorioso Patriarca y tenerle devoción.

ORACIÓN A SAN JOSÉ DE SANTA TERESA

Glorioso Patriarca San José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, venid en mi auxilio en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo, a fin de que tengan una feliz solución. Mi bienamado Padre, toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que Os he invocado en vano y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

ORACIÓN PARA PEDIRLE UNA BUENA MUERTE

Poderoso patrono del linaje humano, amparo de pecadores, seguro refugio de las almas, eficaz auxilio de los afligidos, agradable consuelo de los desamparados, glorioso San José, el último instante de mi vida ha de llegar sin remedio; mi alma quizás agonizará terriblemente acongojada con la representación de mi mala vida y de mis muchas culpas; el paso a la eternidad será sumamente duro; el demonio, mi enemigo, intentará combatirme terriblemente con todo el poder del infierno, a fin de que pierda a Dios eternamente; mis fuerzas en lo natural han de ser nulas: yo no tendré en lo humano quien me ayude; desde ahora, para entonces, te invoco, padre mío; a tu patrocinio me acojo; asísteme en aquel trance para que no falte en la fe, la esperanza y en la caridad; cuando tú moriste, tu Hijo y mi Dios, tu Esposa y mi Señora, ahuyentaron a los demonios para que no se atreviesen a combatir tu espíritu. Por estos favores y por los que en vida te hicieron, te pido ahuyentes a estos enemigos, para que yo acabe la vida en paz, amando a Jesús, a María y a ti, San José. Así sea.

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en la última agonía.
Jesús, José y María, recibid cuando muera, el alma mía.