Bajo cuya advocación humildemente se acoge este blog, iniciado el 4 de septiembre de 2012, en acción de gracias a María, por los favores y consuelos recibidos a través de su santa intercesión.
Hay distintas variantes de Novenas a la Virgen de la Medalla Milagrosa. En esta oportunidad he escogido la siguiente por la riqueza de su contenido y simplicidad a la vez, garantizando así que encontraremos el momento diario de llevarla adelante sin interrupciones.
La Novena debió dar inicio ayer, 19 de noviembre, para finalizar el día de la Virgen, 27 de noviembre. No obstante, excusándome por el involuntario atraso de un día en publicarla, en el entendimiento personal de que Nuestra Madre del Cielo sabrá recoger con infinita comprensión las oraciones correspondientes a dos días de la Novena que se oren con devoto recogimiento en un mismo día a fin de alcanzar con puntualidad la culminación el 27 de noviembre, dejo a disposición de ustedes tan agradable secuencia de oraciones a la Santísima Virgen María, Inmaculado y Dulcísimo Primer Tabernáculo de Nuestro Señor Jesucristo.
Del Rosario
(administradora del blog)
Novena a la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
Día primero
-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
En una medianoche iluminada con la luz celeste como de Nochebuena, la del 18 de Julio de 1830, aparecióse por primera vez la Virgen Santísima a Santa Catalina Labouré, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Y le habló a la santa de las desgracias y calamidades del mundo con tanta pena y compasión que se le anudaba la voz en la garganta y le saltaban las lágrimas de los ojos.
¡Cómo nos ama nuestra Madre del Cielo! ¡Cómo siente las penas de cada uno de sus hijos! Que tu recuerdo y tu medalla, Virgen Milagrosa, sean alivio y consuelo de todos los que sufren y lloran en desamparo.
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
- Meditación:
En su primera aparición, la Virgen Milagrosa enseñó a Santa Catalina la manera cómo había de portarse en las penas y tribulaciones que se avecinaban.
¡Venid al pie de este altar! decíale la celestial Señora, aquí se distribuirán las gracias sobre cuantas personas las pidan con confianza y fervor, sobre grandes y pequeños...
Que la Virgen de la Santa Medalla y Jesús del Sagrario sean siempre luz, fortaleza y guía de nuestra vida.
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
- Meditación:
En sus confidencias díjole la Virgen Milagrosa a Sor Catalina: "Acontecerán no pequeñas calamidades. El peligro será grande. Llegará un momento en que todo se creerá perdido. Entonces yo estaré con vosotros: ¡Tened confianza!"
Refugiémonos en esta confianza, fuertemente apoyada en las seguridades de que su presencia y de su protección nos da la Virgen Milagrosa. Y en las horas malas y en los trances difíciles no cesaremos de invocarla: "María, Auxilio de los cristianos, rogad por nosotros".
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
Día cuarto
-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
- Meditación:
En la tarde del 27 de Noviembre de 1830 baja otra vez del Cielo la Santísima Virgen para manifestarse a Santa Catalina Labouré.
De pie entre resplandores de gloria, tiene en sus manos una pequeña esfera y aparece en actitud estática, como de profunda oración. Después, sin dejar de apretar la esfera contra su pecho, mira a Sor Catalina para decirle: "Esta esfera representa al mundo entero... y a cada persona en particular".
Como el hijo pequeño en brazos de su madre, así estamos nosotros en el regazo de María, muy junto a su Corazón Inmaculado.
¿Podría encontrarse un sitio más seguro?
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
- Meditación:
De las manos de María Milagrosa, como de una fuente luminosa, brotaban en cascada los rayos de luz. Y la Virgen explicó: "Es el símbolo de las gracias que Yo derramo sobre cuantas personas me las piden", haciéndome comprender -añade Santa Catalina- lo mucho que le agradan las súplicas que se le hacen, y la liberalidad con que las atiende.
La Virgen Milagrosa es la Madre de la divina gracia que quiere confirmar y afianzar nuestra fe en su omnipotente y universal meditación. ¿Por qué, pues, no acudir a Ella en todas nuestras necesidades?
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
Día sexto
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
Día sexto
-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
- Meditación:
Y enseguida oyó una voz que recomendaba llevar la medalla y repetir a menudo aquella oración jaculatoria, y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen.
¿Dejaremos nosotros de hacerlo? Sería imperdonable dejar de utilizar un medio tan fácil de asegurarnos en todo momento el favor de la Santísima Virgen.
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
Día séptimo
-Oración preparatoria:'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
- Meditación:
Nuestra Señora ordenó a Sor Catalina que fuera acuñada una medalla según el modelo que Ella misma le había diseñado.
Después le dijo: "Cuantas personas la lleven, recibirán grandes gracias que serán más abundantes de llevarla al cuello y con confianza".
Ésta es la Gran Promesa de la Medalla Milagrosa. Agradezcámosle tanta bondad, y escudemos siempre nuestro pecho con la medalla que es prenda segura de la protección de María.
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
Día octavo
-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
- Meditación:
Fueron tantos y tan portentosos los milagros obrados por doquier por la nueva medalla, (conversiones de pecadores obstinados, curación de enfermos desahuciados, hechos maravillosos de todas clases) que la voz popular empezó a denominarla con el sobrenombre de la medalla de los milagros, la medalla milagrosa; y con este apellido glorioso se ha propagado rápidamente por todo el mundo.
Deseosos de contribuir también nosotros a la mayor gloria de Dios y honor de su Madre Santísima, seamos desde este día apóstoles de su milagrosa medalla.
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final:'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
- Oración final:'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
Día noveno
-Oración preparatoria: 'Virgen y Madre lnmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a Ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección, y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa'.
- Meditación:
Las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa constituyen indudablemente una de las pruebas más exquisitas de su amor maternal y misericordioso.
Amemos a Quien tanto nos amó y nos ama.
'Si amo a María' -decía San Juan Bérchmans- 'tengo asegurada mi eterna salvación'.
Como su feliz vidente y confidente, Santa Catalina Labouré, pidámosle cada día a Nuestra Señora la gracia de su amor y de su devoción.
- Pedido de Gracias:
Después de unos momentos de pausa para meditar el punto leído y pedir la gracia o gracias que se desean alcanzar en esta Novena, se terminará rezando las siguientes Oraciones.
- Oraciones:
1º) ORACIÓN DE SAN BERNARDO (Memorae/Acordaos):
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
'Acordaos, ¡oh, piadosísima Virgen María! Que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente. Amen'.
O la "Salve Regina". O ambas.
2º) Tres Avemarías seguidas de la jaculatoria: ¡OH MARÍA, SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A TI!
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
- Oración final: 'Señor Dios nuestro, que por la lnmaculada Virgen María asociada a tu Hijo de modo inefable, nos das alegrarnos con la abundancia de tu bondad, concédenos propicio que sostenidos por su maternal auxilio, nunca nos veamos privados de tu providente piedad, y que con fe libre, nos sometamos al misterio de tu redención. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén'.
ACTO DE FE EN LA
INMACULADA CONCEPCIÓN
DE MARÍA SANTÍSIMA
¡Santísima Virgen!
Yo creo y confieso
tu Santa e Inmaculada Concepción,
pura y sin mancha.
¡Oh, Purísima Virgen!
Por vuestra pureza virginal,
tu Inmaculada Concepción
y tu gloriosa prerrogativa
de Madre de Dios,
alcánzame de tu amado Hijo,
la Humildad, la Caridad,
una gran pureza de corazón,
de cuerpo y de espíritu,
la santa perseverancia en el bien,
el don de la oración,
una buena vida buena
y una santa muerte.
Amen.
Consagración a la Santísima Virgen
de la Medalla Milagrosa
Postrado ante tu acatamiento,
¡Virgen de la Medalla Milagrosa!,
y después de saludarte en el augusto misterio
de tu Concepción sin mancha,
te elijo, desde ahora para siempre,
por mi Madre, Abogada,
Reina y Señora de todas mis acciones,
y protectora e intercesora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen purísima,
no olvidarme jamás de ti,
ni de tu culto, ni de los intereses de tu gloria,
a la vez que también te prometo
promover entre quienes me rodean,
el amor hacia ti.
Recíbeme, Madre tierna,
desde este momento,
y sé para mí el refugio en esta vida
y el sostén en la hora de la muerte.
Amén.
¡Oh, María, sin pecado concebida!
¡Rogad por nosotros que recurrimos a Vos!