jueves, 19 de marzo de 2015

LOS SIETE DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ

 "A otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; el Glorioso San José, tengo experiencia,  que socorre en todas. Sólo pido por amor de Dios que lo pruebe quien no creyere y verá por experiencia cuan gran bien es recomendarse a ese glorioso Patriarca y tenerle devoción". 
                             (Sta. Teresa de Jesús)


Oración a san José, protector de las familias

Glorioso San José, protector, modelo y guía
de las familias cristianas: 
Te ruego protejas a la mía.
Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, 
la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, 
la paz y la unión de los hijos, 
el desprendimiento de los bienes temporales 
y el amor a los asuntos del cielo.
Dígnate velar sobre todos nuestros intereses.
Ruega al Señor que bendiga nuestra casa.
Otorga la paz a la familia, 
acierto a los hijos en la elección de estado.
Concede a todos los miembros de nuestra
familia y de todas las familias de la tierra, la
gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y
de María. Amén.


SIETE DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
 I
¡Oh castísimo esposo de María Santísima, glorioso San José!, así como fue grande la aflicción y la angustia de vuestro corazón en la perplejidad de abandonar a vuestra purísima Esposa, así fue de inefable la alegría de cuando el Ángel os reveló el soberano misterio de la Encarnación. Por este dolor y este gozo os pedimos que consoléis nuestra alma ahora y en nuestros últimos dolores con la alegría de una vida justa y de una santa muerte semejante a la vuestra, asistidos de Jesús y María.  

Padrenuestro…, Avemaría…, Gloria…


II
!Oh felicísimo Patriarca, glorioso San José, que fuisteis escogido para padre adoptivo del Verbo humanado!, el dolor que sentisteis viendo nacer al Niño Jesús en tanta pobreza se trocó súbitamente en celestial alegría al oír la armonía de los ángeles y ver la gloria de aquella noche tan resplandeciente. Por este dolor y este gozo os suplicamos nos alcancéis que, después del camino de esta vida, vayamos a escuchar las alabanzas de los ángeles y a gozar de los resplandores de la gloria celestial.  

Padrenuestro…, Avemaría…, Gloria…


III

¡Oh ejecutor obedientísimo de las leyes divinas, glorioso San José, la sangre preciosísima que el Niño Redentor derramó en la Circuncisión os traspasó el corazón; mas el nombre de Jesús os lo confortó, llenándole de alegría. Por este dolor y este gozo alcanzadnos que, quitando de nosotros todo pecado en esta vida, expiremos gozosos, con el nombre santísimo de Jesús en el corazón y en los labios.  

Padrenuestro…, Avemaría…, Gloria…


IV
¡Oh fidelísimo Santo, que tomasteis parte en los misterios de nuestra Redención, glorioso San José!, si la profecía de Simeón sobre lo que Jesús y María habían de padecer os causó una pena mortal, os colmó también de un santo gozo anunciándoos la salvación y resurrección que de ahí se seguiría para innumerables almas. Por este dolor y este gozo, alcanzadnos que seamos del número de aquellos que por los méritos de Jesús y la intercesión de la Virgen Madre, han de resucitar gloriosamente.  

Padrenuestro…, Avemaría…, Gloria...


V

¡Oh vigilantísimo Custodio del Hijo de Dios hecho hombre, glorioso San José!, ¡cuánto padecisteis en sustentar y servir al Hijo del Altísimo, particularmente cuando tuvisteis que huir a Egipto! Pero, ¡cuánto también gozasteis teniendo siempre con Vos al mismo Dios, y viendo derribarse por tierra los ídolos de los egipcios! Por este dolor y este gozo, alcanzadnos que teniendo lejos de nosotros al tirano infernal, especialmente con huir de las ocasiones peligrosas, caiga de nuestro corazón todo ídolo de afecto terreno, y ocupados del todo en servir a Jesús y María, vivamos tan sólo para ellos y muramos felizmente.  

Padrenuestro…, Avemaría…, Gloria…


VI
!Oh Ángel de la tierra, glorioso San José !, que admirasteis al Rey del Cielo sujeto a vuestras órdenes: si vuestro gozo al traerle de Egipto se turbó con el temor de Arquelao, tranquilizado después por el Ángel, vivisteis gozoso en Nazaret con Jesús y María. Por este dolor y este gozo, alcanzadnos que, libre nuestro corazón de temores nocivos, gocemos de la paz de la conciencia, vivamos seguros con Jesús y María, y muramos en su compañía.  

Padrenuestro…, Avemaría…, Gloria…


VII

!Oh modelo de toda santidad, glorioso San José!, perdido que hubisteis, sin culpa vuestra, al Niño Jesús, le buscasteis, para mayor dolor, durante tres días, y al cabo os gozasteis con sumo júbilo al hallarlo en el templo entre los doctores. Por este dolor y este gozo os suplicamos entrañablemente intercedáis para que no nos suceda jamás perder a Jesús por culpa grave; mas si, por desgracia, lo perdiésemos, haced que lo busquemos con incansable dolor, hasta hallarlo favorable, sobre todo, en nuestra muerte, para ir a gozarle en el Cielo y cantar eternamente con Vos sus divinas misericordias.

Padrenuestro…, Avemaría…, Gloria…



lunes, 16 de marzo de 2015

Novena a María del Rosario de San Nicolás



La Santísima Virgen nos pidió en San Nicolás que recemos el Santo Rosario durante nueve días seguidos -Novena-, comenzando el día 17 de cada mes para terminarla el 25 que es su fiesta. Ella prometió que se obtendrán muchas gracias:

"Mi rostro refleja tristeza por las almas infieles, por los que no se acercan a mi Corazón, por los que no quieren ver el padecimiento que sufrió Cristo. Orad vosotros, los corazones fieles al Señor. Comenzad una Novena el día 17 (hasta el día 25), haced peticiones y en el correr de los días serán concedidas. Gloria al Señor."  (Mensaje 401 del 8-12-1984). 


NOVENA 
Antes de empezar, pedimos a María la gracia grande de poder contemplar, "vivir" los Misterios del Rosario desde su Corazón Inmaculado, para aprender a amar a su Divino Hijo, a su Sagrado Corazón, como Ella lo hace.  


ORACIONES PREVIAS AL REZO DEL SANTO ROSARIO 

Señal de la Cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pésame
Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén. 
Credo  
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.  

Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María, Tu amadísima Esposa. 


Nos unimos a las intenciones pedidas por María: 

"Que el Señor tenga misericordia con el mundo entero, y que el mundo entero responda a su llamado de conversión; que el hombre se entregue totalmente a Dios y que no deje pasar este momento tan especial". (PM 43)

Pedimos por nuestras intenciones

Damos gracias al Señor por todo lo que nos da


Rezo de los Misterios

Oraciones del Santo Rosario

Padre Nuestro
Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como el en Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén. 

Ave María
Dios te salve, María, llena eres de Gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.  

Gloria
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. 

Jaculatoria 
(después del Gloria en cada decena)
Padre, líbranos de todo mal; con tu Santa Sabiduría, Señor, sálvanos de todo pecado. En nombre de todos cuantos te queremos, Señor, llévanos por el camino del bien. Amén. 

Rezamos el Santo Rosario según los Misterios que correspondan a cada día: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos, haciendo una meditación evangélica.

Al terminar las cinco decenas correspondientes, rezamos un Padre Nuestro y tres Ave María por las intenciones del Santo Padre y la Iglesia Católica.



Oración de la Novena 
(se reza al teminar el Rosario)

Madre, una gracia te pido, 
que me sanes en cuerpo y alma, 
sé que debo despojarme de mi orgullo, 
y de todos mis pecados.

Qué lejos estaba de Ti, 
qué negro velo cubría mi alma, 
hoy te descubro y quiero vivir, 
detiene tu mano, 
pósala en mi corazón.
Amén. 


ORACIONES POSTERIORES AL REZO DEL ROSARIO

Letanías a la Santísima Virgen

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, 
ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,
ten piedad de nosotros.

Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes,
ruega por nosotros.
Madre de Cristo, 
ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia,
ruega por nosotros. 
Madre de la divina gracia, 
ruega por nosotros.
Madre purísima, 
ruega por nosotros.
Madre castísima,
 ruega por nosotros.
Madre siempre virgen,
ruega por nosotros.
Madre inmaculada, 
ruega por nosotros.
Madre amable, 
ruega por nosotros.
Madre admirable,
 ruega por nosotros.
Madre del Buen Consejo, 
ruega por nosotros.
Madre del Creador,
 ruega por nosotros.
Madre del Salvador, 
ruega por nosotros.
Madre de Misericordia,
ruega por nosotros. 
Virgen prudentísima, 
ruega por nosotros.
Virgen digna de veneración, 
ruega por nosotros.
Virgen digna de alabanza, 
ruega por nosotros.
Virgen poderosa, 
ruega por nosotros.
Virgen clemente, 
ruega por nosotros.
Virgen fiel, 
ruega por nosotros.
Espejo de justicia, 
ruega por nosotros.
Trono de la sabiduría, 
ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría, 
ruega por nosotros.
Vaso espiritual, 
ruega por nosotros.
Vaso digno de honor,
 ruega por nosotros.
Vaso de insigne devoción, 
ruega por nosotros.
Rosa Mística,
ruega por nosotros. 
Torre de David, 
ruega por nosotros.
Torre de marfil, 
ruega por nosotros.
Casa de oro,
ruega por nosotros. 
Arca de la Alianza, 
ruega por nosotros.
Puerta del cielo, 
ruega por nosotros.
Estrella de la mañana, 
ruega por nosotros.
Salud de los enfermos, 
ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores, 
ruega por nosotros.
Consoladora de los afligidos, 
ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, 
ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles, 
ruega por nosotros.
Reina de los Patriarcas, 
ruega por nosotros.
Reina de los Profetas, 
ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles, 
ruega por nosotros.
Reina de los Mártires,
 ruega por nosotros.
Reina de los Confesores, 
ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes, 
ruega por nosotros.
Reina de todos los Santos,
ruega por nosotros. 
Reina concebida sin pecado original, 
ruega por nosotros.
Reina asunta a los Cielos, 
ruega por nosotros.
Reina del Santísimo Rosario, 
ruega por nosotros.
Reina de la familia, 
ruega por nosotros.
Reina de la paz,
ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.


Oremos: Te suplicamos, oh Dios y Señor nuestro, nos concedas gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. Amén.


 Alabanzas al Padre Celestial 

A cada una de las alabanzas repetimos: Danos la bendición diaria.

Camino de los perdidos,
Medicina de los enfermos,
Bebida de los sedientos,
Riqueza de los humildes,
Bendición de sus hijos,
Espíritu Consolador,
Amor de los amores,
Vida de lo eterno.
Padre de la Divina Misericordia.
(m. 810; 27-2-86)



ORACIONES DE LA CONSAGRACIÓN A MARÍA

"Oh, Madre, quiero consagrarme a Ti,Virgen María, hoy consagro mi vida a Ti. Siento necesidad constante de tu presencia en mi vida, para que me protejas, me guíes y me consueles. Sé que en Ti mi alma encontrará reposo y la angustia en mí no entrará; mi derrota se convertirá en victoria; mi fatiga en Ti, fortaleza es. Amén. (m. 275)

Dios me conceda la gracia de vivir para Ti, de amar a tu Corazón con todo mi ser, y que seas Tú, Madre Mía, la que limpie mi alma y la purifique. Amadísima Madre, enséñame a amar a Jesús, hazme digno de Jesús y de Ti, Madre, y que la consagración de este día me una más a Ti y a tu Hijo. Amén. (m. 939)  


Algunos mensajes de María del Rosario de San Nicolás que se refieren a la importancia de orar la Novena:

14-12-83 (ex 7) PM 43
Pide en tus intenciones, en la manera en que lo estás haciendo:
"Que el Señor tenga misericordia con el mundo entero, y que el mundo entero responda a su llamado de conversión, que el hombre se entregue totalmente a Dios y que no deje pasar este momento tan especial".
"Dad a conocer mi Novena, que todos tengan oportunidad de hacerla y pedir al Señor por todos ellos; vosotros seguidla fielmente, no la cortéis, unidos debéis rezar y pedir. Yo la mandé, respetadla...".
Leed: Hebr. 10, 19-25; 11, 1-3 

15-1-85  443
Hijos míos, comenzad una Novena especial el día diecisiete para terminar el veinticinco.
Digo especial, porque quiero que hagáis peticiones, y os aseguro que ninguna súplica hecha con amor, quedará desoída por vuestra Madre.
Esta Novena, se renovará todos los meses y abundarán Gracias.
Alabado sea el Señor. 

18-4-86  857
Hija mía: Que tus hermanos sepan, que de las novenas que hacéis salen conversiones. Las oraciones dan sus frutos.
Muchos más darían, si ellos amaran verdaderamente al Sagrado Corazón de mi Hijo.
Darse a Dios, es amar, pura y exclusivamente a Dios.
Amén, amén. 

19-7-86  923
Hija, quiero de tus hermanos una especial devoción al rezo del Santo Rosario, quiero Novenas perpetuas; quiero decir, jamás interrumpidas. Orando se aleja al maligno, orando se llega a Dios, orando se salvan las almas.
Gloria al Señor.
Leed: Tobías C.13, V.6 - 7 

25-2-87 (Día de Peregrinación)  1110
¡Oh hija mía! Mi Corazón participa con todos tus hermanos en cada Novena.
Nadie se detenga jamás, nadie de un paso atrás, nada sea motivo de impedimento para orar.
Voy lentamente llevando adelante, haciendo realidad la obra de mi Hijo, obra perfecta de Redención para la salvación de los hombres.
Aleluia.
Debes darlo a conocer.