jueves, 1 de noviembre de 2018

Solemnidad de todos los Santos

Solemnidad de Todos los Santos
1ro. de noviembre

La Iglesia nos manda echar en este día una mirada al cielo, que es nuestra futura patria, para ver allí con San Juan, a esa turba magna, a esa muchedumbre incontable de Santos, figurada en esas series de 12,000 inscritos en el Libro de la Vida, - con el cual se indica un número incalculable y perfecto, - y procedentes de Israel y de toda nación, pueblo y lengua, los cuales revestidos de blancas túnicas y con palmas en las manos, alaban sin cesar al Cordero sin mancilla. Cristo, la Virgen, los nueve coros de ángeles, los Apóstoles y Profetas, los Mártires con su propia sangre purpurados, los Confesores, radiantes con sus blancos vestidos, y los castos coros de Vírgenes forman ese majestuoso cortejo, integrado por todos cuantos acá en la tierra se desasieron de los bienes caducos y fueron mansos, mortificados, justicieros, misericordiosos, puros, pacíficos y perseguidos por Cristo. Entre esos millones de Justos a quienes hoy honramos y que fueron sencillos fieles de Jesús en la tierra, están muchos de los nuestros, parientes, amigos, miembros de nuestra familia parroquial, a los cuales van hoy dirigidos nuestros cultos. Ellos adoran ya al Rey de reyes y Corona de todos los Santos y seguramente nos alcanzarán abundantes misericordias de lo alto. 

Esta fiesta común ha de ser también la nuestra algún día, ya que por desgracia son muy contados los que tienen grandes ambiciones de ser santos, y de amontonar muchos tesoros en el cielo. Alegrémonos, pues, en el Señor, y al considerarnos todavía bogando en el mar revuelto, tendamos los brazos, llamemos a voces a los que vemos gozar ya de la tranquilidad del puerto, sin exposición a mareos ni tempestades. Ellos sabrán compadecerse de nosotros, habiendo pasado por harto más recias luchas y penalidades que las nuestras. Muy necios seríamos si pretendiéramos subir al cielo por otro camino que el que nos dejó allanado Cristo Jesús y sus Santos.


Imagen relacionada
Los Santos

La Sagrada Biblia llama "Santo" a aquello que está consagrado a Dios. La Iglesia Católica ha llamado "santos" a aquellos que se han dedicado a tratar de que su propia vida le sea lo más agradable posible a Nuestro Señor.



Hay unos que han sido "canonizados", o sea declarados oficialmente santos por el Sumo Pontífice, porque por su intercesión se han conseguido admirables milagros, y porque después de haber examinado minuciosamente sus escritos y de haber hecho una cuidadosa investigación e interrogatorio a los testigos que lo acompañaron en su vida, se ha llegado a la conclusión de que practicaron las virtudes en grado heroico.

Para ser declarado "Santo" por la Iglesia Católica se necesita toda una serie de trámites rigurosos. Primero una exhaustiva averiguación con personas que lo conocieron, para saber si en verdad su vida fue ejemplar y virtuosa. Si se logra comprobar por el testimonio de muchos que su comportamiento fue ejemplar, se le declara "Siervo de Dios". Si por detalladas averiguaciones se llega a la conclusión de que sus virtudes, fueron heroicas, se le declara "Venerable". Más tarde, si por su intercesión se consigue algún milagro totalmente inexplicable por medios humanos, es declarado "Beato". Finalmente si se consigue un nuevo y maravillosos milagro por haber pedido su intercesión, el Papa lo declara "santo".

Para algunos santos este procedimiento de su canonización ha sido rapidísimo, como por ejemplo para San Francisco de Asís y San Antonio, que sólo duró 2 años. Poquísimos otros han sido declarados santos seis años después de su muerte, o a los 15 o 20 años. Para la inmensa mayoría, los trámites para su beatificación y canonización duran 30, 40,50 y hasta cien años o más. Después de 20 o 30 años de averiguaciones, la mayor o menor rapidez para la beatificación o canonización, depende de que obtenga más o menos pronto los milagros requeridos.

Los santos "canonizados" oficialmente por la Iglesia Católica son varios millares. Pero existe una inmensa cantidad de santos no canonizados, pero que ya están gozando de Dios en el cielo. A ellos especialmente está dedicada esta fiesta de hoy.

La Santa Biblia afirma que al Cordero de Dios lo sigue una multitud incontable.

En el cielo están San Chofer de bus y Santa Lavandera de ropa. San Mensajero y Santa Secretaria. Santa Madre de familia y San Gerente de Empresa. San Obrero de construcción y San Agricultor. San Colegial y Santa Estudiante. Santa Viuda, Santa Solterona, Santa Niña y Santa Anciana. San Sacerdote, San Obispo, San Pontífice, San Limosnero, San Celador, Santa Cocinera, San Arrendatario y San Millonario, y muchos más que amaron a Dios y cumplieron sus deberes de cada día.

Señor Jesús: que cada uno de nosotros logremos formar también parte un día en el cielo para siempre del número de tus santos, de los que te alabaremos y te amaremos por los siglos de los siglos. Amén.



Esta es la voluntad de Dios: Que lleguemos a la santidad.

martes, 30 de octubre de 2018

Halloween: el mundo del Bien y del Mal: Padre Elías Cavero Domínguez

“SED SANTOS 
COMO VUESTRO PADRE CELESTIAL
ES SANTO”

Oración
Padre Eterno, en el nombre de Jesús, permíteme comulgar espiritualmente todas las Hostias que han sido y serán robadas para ser profanadas en cualquier parte del mundo, en este día. Antes de que sean tocadas estas Hostias permíteme comulgar la esencia que hay en ellas, que es tu Cuerpo Sacratísimo y es tu Sangre bendita. Ven al refugio de mi corazón; deseo pedirte perdón, abrazarte, besarte y amarte para después depositarte en los brazos de tu Madre Santísima, a fin de que María desagravie, repare, adore y bendiga tu Corazón dolido por la ingratitud del hombre. Amen.  





Buenos días mis queridos hermanos,  ya cercanos a la fiesta de todos los Santos y ante la promoción que se hace a una fiesta ocultista y satánica: llamada halloween…

Con el fin de:

* Pedir a nuestro Señor que nos haga santos.
* Dar el honor que corresponde a una fiesta tan importante como la fiesta de todos los Santos.

* Reparar el dolor que se causa al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María; la participación de tantos en esa fiesta ocultista y satánica (halloween);  muchos por ignorancia,  otros intencionadamente...celebran en ése día al mal,  festejan el cumpleaños de Satanás, a las brujas y al horror.

* Nosotros a cambio celebraremos la víspera y el día de todos los santos y con nuestro rosario realizaremos una cadena de oración rezando el Santo Rosario que cubrirá todo el día 31 de octubre y el 1 de noviembre.



Pediremos a nuestro Señor que ponga los medios para que lleguemos a la santidad, celebraremos el Amor de Jesús y la vida de tantos seres humanos que alcanzaron la santidad como producto de caminar día a día buscando agradar y servir a Dios;  llegar a ser santos para cumplir su mandato: 

“SED SANTOS COMO VUESTRO PADRE CELESTIAL ES SANTO”

(Mt 5, 48)


Enlaces relacionados: