EL ROSARIO A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE
En la devoción a la Divina Misericordia, nuestro culto se centra en la Preciosa Sangre de Jesús. La Preciosa Sangre es la “fuente de vida que brota para las almas”. Nosotros rezamos: “Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia par nosotros, yo confío en Ti”.
Continuamente ofrecemos el Cuerpo y la Sangre de Jesús al Padre Eterno en reparación por nuestros pecados y los del mundo entero. Es interesante notar la semejanza entre la respuesta en las diez cuentas del Rosario a la Divina Misericordia y las de las doce cuentas del Rosario a la Preciosa Sangre.
En las diez cuentas del Rosario a la Divina Misericordia respondemos: “Ten misericordia de nosotros y del mundo entero”, mientras que en las doce cuentas del Rosario a la Preciosa Sangre decimos: “Sálvanos a nosotros y al mundo entero”. Esto denota un mismo interés proveniente de la misma Fuente Divina.
Ninguna devoción verdadera se contradice con otra, sino se complementa. Aún más, estas devociones son devociones Eucarísticas. Rememoran los eventos que celebramos en la Eucaristía. Pueden ser utilizados como preparación o acción de gracias por la Santa Misa.
Algunas personas se oponen a la diversidad de devociones existentes; pregunta: ¿por qué están dividiendo a Cristo? Algunos son devotos del Sagrado Corazón, de la Santa Faz, las Santas Llagas, la Preciosa Sangre, etc. ¡Cristo es infinito! Nadie puede agotarlo con una devoción u otra. Cada una se complementa en la otra, y todas se encuentran en Cristo. Jesús no está contra esto. Él revela un aspecto del misterio de salvación en el tiempo más apropiado para acercarnos a Él. En vez de discutir acerca de las muchas devociones, debemos dar gracias a Dios por las riquezas inestimables que existen en estas devociones católicas.
CONTEMPLAR A CRISTO JUNTO A MARÍA
En el Rosario a la Virgen María dado a Santo Domingo Dios nos hace meditar el compendio del Nuevo Testamento: la vida, muerte y resurrección de Jesús, y nuestra futura gloria. Al rezar el Rosario, oramos junto con María, y debemos continuar haciendo esto. Ningún Hijo de María debe irse a dormir sin haber rezado el Rosario, uniéndose así con todos los hijos de María en el mundo. Es compensador y muy poderoso rezar el Rosario y vivir la vida de María. Es una señal de predestinación al Cielo ser devotos de María. La devoción Eucarística, la devoción a la Divina Misericordia, la renovación de la devoción a María y el Rosario a la Preciosa Sangre son dones preciosos en los tiempos críticos que vivimos, que pueden empeorar si no utilizamos estos dones.
El Rosario a la Preciosa Sangre, con devoción a las Llagas del Señor Jesús, es un regalo espiritual de inestimable valor para este tiempo tan difícil. Enfocamos toda nuestra atención en el Señor Crucificado. Lo que hace muy poderoso este Rosario es que nos ponemos ante la Cruz de Jesús con nuestra Madre Santísima la Virgen Dolorosa, Corredentora, Abogada y Mediadora de todas las gracias. Nuestra mirada se posa en las cinco Llagas de Jesús y en la Sangre y Agua que brotaron de ellas. Invocamos Sus Llagas y Sangre junto con Nuestra Madre Bendita, porque los tiempos son malos. (Ef. 5, 16) Necesitamos recurrir al amparo de la Santísima Virgen a través de una total entrega y consagración a Su Inmaculado Corazón, al Sagrado Corazón de Jesús y a Su Preciosísima Sangre como armadura protectora, a fin de poder resistir todos los ataques y engaños diabólicos. (cf. Ef. 6, 10-13)
Los misterios son acerca de cosas místicas; se refieren a las cosas fundamentales
del Reino, de la gloria de Dios, la salvación de las almas y el bienestar de los fieles.
El Rosario a la Sangre Preciosa es una oración muy poderosa. Como todas las cosas poderosas en el reino espiritual, es sencillo, nos eleva y conforta. Abarca tanto las necesidades individuales como las universales. Es un medio poderoso de
defensa, salvación, liberación y fortaleza. Cualquiera que fielmente se entregue a la Divina Sangre de Jesús no deja de ser escuchado y agraciado con los dones más preciados por Aquél que tiene todo el poder en el Cielo y la tierra. (cf. Mt. 28-18)
Las insidias y maquinaciones malignas de satanás son destruidas cuando se vive
una vida buena y se le confronta a él y a sus agentes con la misma Preciosa Sangre que lo arrojó lejos de su trono usurpado.
DOCE PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A QUIEN DEVOTAMENTE RECE EL ROSARIO DE LA PRECIOSA SANGRE
1. Yo prometo proteger de los ataques del maligno a quien devotamente rece este rosario.
2. Yo preservaré sus cinco sentidos.
3. Yo lo protegeré de una muerte súbita.
4. Doce horas antes de su muerte, beberá Mi Sangre Preciosa y comerá Mi Cuerpo.
5. Veinticuatro horas antes de su muerte, le mostraré Mis cinco Llagas, para que sienta un profundo arrepentimiento de todos sus pecados, y tenga perfecto conocimiento de ellos.
6. Quien rece este Rosario como novena, conseguirá lo que pide. Su oración será contestada.
7. Yo realizaré muchos milagros maravillosos a través del rezo de este Rosario.
8. A través de esta oración, destruiré muchas sociedades secretas, y liberaré muchas almas atadas, por medio de Mi Misericordia.
9. A través de este Rosario, salvaré muchas almas del Purgatorio.
10. Yo le mostraré Mi camino a quien honre Mi Preciosa Sangre con este Rosario.
11. Yo tendré misericordia de aquellos que tengan misericordia de Mis Preciosas Llagas y Sangre.
12. Quienquiera que enseñe esta oración a otra persona, ganará una indulgencia de cuatro años.
“Hijos míos… este Rosario de la Preciosa Sangre de Mi Hijo combina todas las devociones de Su Pasión”.
(Santísima Virgen María, 29 Enero, 1997)