sábado, 17 de marzo de 2018

EL ABOMINABLE CRIMEN DEL ABORTO

"Nada de mi ser se te ocultaba, 
cuando yo era formado en lo secreto, 
cuando era tejido en lo profundo de la tierra". 
Salmo 139


Cada aborto es una ofrenda a los demonios de las vidas soñadas y programadas por Dios. 


Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí. 
(Jeremías, 1)

Es el peor crimen contra Él, apunta derecho a su Corazón, ya horriblemente lacerado en la Cruz. Sin embargo esta matanza de los inocentes está amparada por regímenes legales.

“La sed de sangre del demonio no se ha apagado con la muerte del Hijo de Dios en el Calvario. Su odio al Hijo de Dios se extiende a los nuevos hijos de Dios y a las que pueden ponerlos en el mundo, las mujeres encintas". (Padre José Mª Montiu de Nuix)

Por cada aborto se multiplican los espíritus luciféricos. ¡Qué baratos le resultamos a Satanás! 


“Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento” 
(Oseas 4, 6). 

¿Sabemos realmente a qué conduce este crimen? Va directo contra la Divina Voluntad en la que fuimos amorosamente soñados antes de habitar el vientre materno: 


Escúchenme, islas lejanas, pongan atención, pueblos. Yavé me llamó desde el vientre de mi madre, conoció mi nombre desde antes que naciera. 
(Isaías, 49,1)

Nos rebelamos contra Dios temeraria y groseramente: 

“Después dijo Jesús a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños. Por lo tanto, ¡tengan cuidado!” 
(Lucas 17, 1-3).

Terrible amonestación Divina. Igual marchamos contra Dios sin miramientos, anulando vidas indefensas, en una novedosa -nunca jamás vista- y más perversa crucifixión. 


“Por sus frutos los conoceréis” 
(Mateo 7, 16). 

Señor: tenemos que quitarte del medio a cualquier precio. A Vos, que sos Dios. 

A Vos, que si retirás tu aliento del orbe, fenecería al instante toda forma de vida conocida.

A semejanza de Juan el Bautista, que avanzó preparando el camino para Aquel de quien no se consideró digno de atarle las sandalias, en inversa e infernal imitación, despejamos el terreno a los espíritus malignos. De tal saña y resultado, que otorgamos a su psicópata príncipe Satanás, de quien Juan Evangelista afirma que es "homicida desde el principio", el control y derecho legal de nuestras almas.  

la Soberbia y la Desobediencia de hacer del don de la Vida un manejo a nuestro antojo y complacencia; he ahí los anchos senderos que patrulla el viejo Diablo. 


Ojalá nuestro último suspiro nos encuentre en la comprensión de que las cosas no son a nuestro capricho: Resultado de imagen para bebés no al aborto


Sino, A TU MANERA, SEÑOR:Resultado de imagen para bebés no al aborto


 "Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: 
 te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable. 
¡Qué maravillosas son tus obras!  
Tú conocías hasta el fondo de mi alma
 y nada de mi ser se te ocultaba, 
cuando yo era formado en lo secreto, 
cuando era tejido en lo profundo de la tierra. 

Tus ojos ya veían mis acciones, todas ellas estaban en tu Libro; 
mis días estaban escritos y señalados, 
antes que uno solo de ellos existiera. 

¡Qué difíciles son para mí tus designios! 
¡Y qué inmenso, Dios mío, es el conjunto de ellos!" 
(Salmo 139, 13,17)



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