A la Virgen María le encanta el rosario. Es la oración de los sencillos y de los grandes.
Es tan simple, que está al alcance de todos;
se puede rezar en cualquier parte y a cualquier hora.
El rosario honra a Dios y a la Santísima Virgen de un modo especial.
La Virgen llevaba un rosario en la mano cuando se le apareció a Bernardita en Lourdes.
Cuando se les apareció a los tres pastorcitos en Fátima, también tenía un rosario.
Fue en Fátima donde Ella misma se identificó con el título de "La Señora del Rosario".
También se identificó en San Nicolás, Argentina, como María del Rosario de San Nicolás a la vidente Gladys Motta,
a quien le regaló un Rosario de sus manos
La Virgen María pide a todos los católicos el rezo diario del Santo Rosario: " Ustedes me veneran como la Virgen del Santo Rosario. El Rosario es mi oración, es la oración que Yo vine a pedirles desde el Cielo, porque es el arma que deben usar en estos tiempos de la gran batalla y es el signo de mi victoria segura “.
Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra".
Palabras de Nuestra Señora de Fátima:
"Cuando rezareis el Rosario, decid después de cada misterio: ¡Oh Jesús mío! Perdona nuestras culpas, líbranos del fuego del infierno y lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amen"
A lo largo de los siglos los Papas han fomentado la pía devoción del rezo del rosario y le han otorgado indulgencias. Dijo Nuestro Señor:
"Donde dos o tres estén reunidos en mi Nombre,
allí estoy Yo en medio de ellos"
(Mt. 18:20).
El rosario en familia es algo maravilloso. Es un modo práctico de fortalecer la unidad de la vida familiar. Es una oración al alcance de todos. Los Papas, especialmente los más recientes, han hecho gran énfasis sobre la importancia del rosario en familia. El Papa dominico, San Pío V (1566 - 1572) dio el encargo a su congregación de propagar el santo rosario. Muchos Papas han sido grandes devotos del rosario y lo han propagado con profunda convicción y confianza.
Su Santidad León XIII escribió doce encíclicas referentes al rosario. Insistió en el rezo del rosario en familia, consagró el mes de octubre al rosario e insertó el título de "Reina del Santísimo Rosario" en la Letanía de la Virgen. Por todo ésto mereció el título de "El Papa del Rosario".
Todos los Papas del siglo XX han sido muy devotos del Santo Rosario. Su Santidad Juan Pablo II nos insiste en el rezo del Santo Rosario. Recen en familia, en grupos. Recen en privado. Inviten a todos a rezar. No tengan miedo de compartir la Fe. Nada más importante. El mundo está en crisis. Nuestras fuerzas humanas no son suficientes. La victoria vendrá una vez más por la Virgen María. Es la victoria de su Hijo, el Señor Rey del Universo: Jesucristo.
Un gran apóstol del rosario en familia es el Padre Patrick Peyton, quien llevó a cabo los primeros planes para que se hiciera una cruzada a nivel mundial del rosario en familia en el Holy Cross College, Washington D.C., en enero de 1942. Hizo esta cruzada en acción de gracias a María Santísima por la restauración de su salud. De una forma maravillosa la cruzada se propagó por todo el mundo con el lema:
"La familia que reza unida,
permanece unida"
PROMESAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN A QUIENES RECEN EL ROSARIO:
1.- Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
1.- Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
2.- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3.- El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina.
4.- Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
5.- El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
6.- El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
7.- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8.- Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
9.- Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10.- Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
11.- Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12.- Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13.- He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial.
14.- Los que rezan el Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15.- La devoción al Santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.
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