Preguntando San Bernardo al Divino Redentor,
cuál fue el dolor que más sufrió en la Pasión
y más desconocido por los hombres,
Jesús le respondió:
"Yo tenía una llaga profundísima en el hombro sobre el cual cargué mi pesada cruz; esa llaga era la más dolorosa de todas. Los hombres no la conocen. Honrad pues esta llaga y haré todo lo que por ella pidas".
ORACIÓN
¡Oh, Amado Jesús! Manso Cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero esa llaga causada por el peso de tu Cruz, que abriendo tus carnes, desnudó los huesos de tu Hombro Sagrado y de la cual tu Madre Dolorosa tanto se compadeció. También yo, oh carísimo Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico y te agradezco por esa llaga dolorosa de tu Hombro en la que quisiste cargar tu Cruz por mi salvación. ¡Ah!, por los sufrimientos que padeciste y que aumentaron el enorme peso de tu Cruz, ruégote con mucha humildad, ten piedad de mí, pobre criatura pecadora, perdona mis pecados y conducidme al cielo por el camino de la Cruz.
Se rezan siete Avemarías y se agrega:
"Madre santísima,
imprime en mi corazón
las llagas de Jesucristo crucificado".
(Indulgencia de 200 días cada vez)
"¡Oh dulcísimo Jesús!, no seas mi juez, sí mi Salvador".
(Indulgencia de 100 días cada vez)
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