2 de Octubre
Los Santos Ángeles Custodios
Ángel de mi guarda,
mi dulce compañía,
no me desampares ni de noche ni de día,
hasta que me pongas en los brazos
de Jesús, José y María.
Ya en el siglo II el gran sabio Orígenes decía: "Los cristianos creemos que a cada uno nos designa Dios un ángel para que nos guíe y proteja".
Y se basa esta creencia en la frase del Salmo 90: "A sus ángeles ha dado órdenes Dios, para que te guarden en tus caminos". Y en aquella otra frase tan famosa de Jesús: "Cuidad de no escandalizar a ninguno de estos pequeñuelos, porque sus ángeles están siempre contemplando el rostro de mi Padre Celestial". Y Judit en la Biblia al ser recibida como libertadora de Betulia exclamaba: "El ángel del Señor me acompañó en el viaje de ida, en mi estadía allá , y en el viaje de venida".
En el Nuevo Testamento es tan viva la creencia de que cada uno tiene un ángel custodio, que cuando San Pedro al ser sacado de la cárcel llega a llamar a la puerta de la casa donde están reunidos los discípulos de Jesús, ellos creen al principio, que no es Pedro en persona y exclaman: "Será su ángel" (Hechos 12, 15).
Ya en el año 800 se celebraba en Inglaterra una fiesta a los Ángeles de la Guarda y desde el año 1111 existe una oración muy famosa al Ángel de la Guarda. Dice así:
"Ángel del Señor, que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián, custódiame en este día (o en esta noche) ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos, para que jamás ofenda a Dios Señor. Amen".
En el año 1608 el Sumo Pontífice extendió a toda la Iglesia universal la fiesta de los Ángeles Custodios y la colocó el día 2 de octubre.
Consejos de un santo: San Bernardo en el año 1010 hizo un sermón muy célebre acerca del Ángel de la Guarda, comentando estas tres frases: Respetemos su presencia (portándonos como es debido). Agradezcámosle sus favores (que son muchos más de los que nos podemos imaginar). Y confiemos en su ayuda (que es muy poderosa porque es superior en poder a los demonios que nos atacan y a nuestras pasiones que nos traicionan).
San Juan Bosco narra que el día de la fiesta del Ángel de la Guarda, un dos de octubre, recomendó a sus muchachos que en los momentos de peligro invocaran a su Ángel Custodio y que en esa semana dos jóvenes obreros estaban en un andamio altísimo alcanzando materiales y de pronto se partió la tabla y se vinieron abajo. Uno de ellos recordó el consejo oído y exclamó: "Ángel de mi guarda!". Cayeron sin sentido. Fueron a recoger al uno y lo encontraron muerto, y cuando levantaron al segundo, al que había invocado al Ángel Custodio, este recobró el sentido y subió corriendo la escalera del andamio como si nada le hubiera pasado. Preguntado luego exclamó: "Cuando vi que me venía abajo invoqué a mi Ángel de la Guarda y sentí como si me pusieran por debajo una sábana y me bajaran suavecito. Y después ya no recuerdo más". Así lo narra el santo.
LOS ÁNGELES
"La existencia de seres espirituales no corporales que la SagradaEscritura llama habitualmente ángeles es una verdad de fe" (Cat328).
Los ángeles "son servidores y mensajeros de Dios" (Cat 329).
"Son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales e inmortales y superan en perfección a todas las criaturas visibles" (Cat 330). San Gregorio Magno, llamado "el Doctor de las milicias celestiales", dice que "la existencia de los ángeles está atestiguada en casi todas las páginas de la Sagrada Escritura".
Ciertamente, la Escritura está llena de intervenciones angélicas. Los ángeles cierran el paraíso terrenal (Gén 3,24), protegen a Lot (Gén 19),salvan a Agar y a su hijo en el desierto (Gén 21,17), detienen la mano de Abraham, alzada para matar a su hijo Isaac (Gén 22,11),asisten a Elías (1 Re 19,5), a Isaías (6,6), a Ezequiel (40,2) y a Daniel (7,16).En el Nuevo Testamento, los ángeles se aparecen en sueños a José, anuncian el nacimiento de Jesús a los pastores, le sirven en el desierto y lo confortan en Getsemaní. Anuncian su Resurrección y se presentan en su Ascensión. Jesús mismo habla mucho de ellos en sus parábolas y enseñanzas. También un ángel libera a Pedro de la cárcel (Hech 12) y otro ángel ayuda al diácono Felipe para que convierta al etíope en el camino de Gaza (Hech 8). En el libro del Apocalipsis hay muchas intervenciones de los ángeles como ejecutores de las órdenes de Dios, incluso para castigo de los hombres. (Del libro: "Tu amigo el Ángel", por Ángel Peña).
No hay comentarios:
Publicar un comentario