San Expedito
Soldado, mártir romano
19 de abril, Siglo IV
San Expedito fue comandante de una legión romana y como tal defendió al Imperio ante las invasiones de los Bárbaros. Al convertirse en cristiano fue martirizado (posiblemente por orden del emperador Diocleciano) en Melitene, Armenia (hoy Malatya, Turquía). Junto con él murieron sus compañeros de armas: Caio, Gálatas, Hermógenes, Aristónico y Rufo. Muchos otros mártires dieron gloria a Dios en su época, entre ellos Santa Filomena y San Jorge.
Según la tradición, en el momento de la conversión, se le acercó el demonio, en forma de un cuervo que le gritaba "cras, cras cras" (En latín significa "Mañana, Mañana, Mañana"). Así trataba de persuadirlo a que dejase su decisión para después ya que el demonio sabe que lo que se deja para mañana hay mucha posibilidad de que se quede sin hacer. Pero Expedito aplastó al cuervo tentador con prontitud diciendo "¡HODIE, HODIE, HODIE!" (HOY, HOY, HOY). No dejaré nada para mañana, a partir de HOY seré cristiano". Así se convirtió en soldado de Cristo, utilizando desde ese momento su valor y disciplina para el Reino de Dios.
Aunque se desconoce el origen su nombre, aparece en la Martiriología Romana junto a Hermógenes y compañeros. Su nombre es sinónimo con prontitud y se le tiene por gran y pronto intercesor.
A san Expedito se le invoca en problemas urgentes. Debemos saber que lo mas importante es renunciar a la vida de pecado y decidirnos cabalmente por Cristo. Seamos pues inspirados por su prontitud y valor al seguir a Cristo en tan difíciles circunstancias cuando los cristianos eran perseguidos a muerte. Que nosotros también digamos "HOY" a Jesús y aplastemos los engaños del tentador.
También se le venera como protector de jóvenes, estudiantes, enfermos, problemas laborales y de familia, y juicios.
Se alega que el santo aparece como un error de escribano cuando, en el siglo XIX, una caja de reliquias fue enviada a monjas francesas con la anotación: "expedir". Sheppard (1969). Pero esta hipótesis no puede ser cierta ya que Expedito era conocido en el siglo XVIII en Alemania y Sicilia y se le invocaba en casos de urgencia (Attwater).
En la iconografía, Expedito es representado como un soldado con una cruz en la que esta escrito "Hodie" (Hoy) y la hoja de palma (martirio). A sus pies hay un cuervo y la palabra "cras" (mañana).
Aunque no aparece en el actual calendario litúrgico no deja de ser un santo reconocido por la Iglesia.
ORACIÓN A SAN EXPEDITO
PARA VENCER LAS PRUEBAS
¡Señor Jesús acudo a tu auxilio!
¡Virgen Santísima socórreme!
San Expedito, tu que lleno de valor abrirste tu corazón a la gracia de Dios
y no te dejaste llevar por la tentación de postergar tu entrega,
ayúdame a no dejar para mañana lo que debo hacer hoy por amor a Cristo.
Ayúdame desde el cielo a renunciar a todo vicio y tentación con el poder que Jesús me da.
Que sea yo diligente, valiente y disciplinado al servicio del Señor,
y no me acobarde ante las pruebas.
Tú que eres el santo de las causas urgentes,
te presento mi necesidad (intención).
Sobre todo te pido que intercedas por mi para que persevere en la fe,
y así llegue al gozo del cielo con Cristo,
con la Virgen María, los ángeles y los santos. Amén
Causas justas y urgentes
NOVENA A SAN EXPEDITO
Todos los días: Puestos en la presencia de Dios, ante quien siempre estamos, en quien somos y por quien vivimos, hacemos con calma la señal de la cruz: "En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén."
Oración inicial para todos los días:
Señor, Dios y Padre nuestro,que permites invoquemos a San Expedito como intercesor, especialmente en las causas que consideramos justas y urgentes; te suplicamos que en esta hora llegue a ti nuestro clamor. Ayúdanos a superar este momento difícil; protégenos de todo lo que pueda perjudicarnos; asiste a nuestros familiares y amigos. Devuélvenos la paz y la tranquilidad. Concédenos la gracia de una pronta y definitiva conversión. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración Final para todos los días:
Se rezan un Padre Nuestro, un Ave María, un Gloria y la siguiente oración:
Señor, Dios nuestro, Padre misericordioso y compasivo, que tanto amas a los hombres que enviaste a tu Hijo único al mundo, no para juzgarnos, sino para salvarnos; concédenos la gracia de una sincera conversión de mente y de corazón.
Permítenos buscar tu Reino y su justicia, sabiendo que todo lo demás nos vendrá por añadidura.
Tranquiliza nuestro pobre corazón que tantas veces se engaña pensando que nos hará feliz conseguir algo que no seas Tú mismo.
Y que la poderosa intercesión de tu glorioso mártir San Expedito, que con Fe hemos invocado, nos alcance lo que te pedimos, en la medida en que no se oponga a tu santa Voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
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