"Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible (138) misericordia
Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y,
especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi
misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de
Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total
de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de
las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean
como escarlata. Mi misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún
intelecto humano ni angélico. Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia.
Cada alma respecto a mi, por toda la eternidad meditará Mi amor y Mi misericordia. La Fiesta
de la Misericordia ha salido de Mis entrañas (139), deseo que se celebre solemnemente el primer
domingo después de Pascua. La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la Fuente
de Mi misericordia". (Jesús a Santa Faustina - Numeral 699 del libro: "Diario La Divina Misericordia en mi alma")
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