viernes, 18 de octubre de 2024

18 de octubre: San Lucas Evangelista

 Reseña biográfica de san Lucas, evangelista y mártir

Lucas nace en Antioquía de Siria (hoy Antakya en Turquía), de una familia pagana (ver Col 4,14). Era la tercera ciudad más importante del Imperio romano, después de Roma y Alejandría. No tenía buena reputación pues gran parte de su economía estaba orientada al ocio y el disfrute. Su carácter libre y cosmopolita atraía a mucha gente que emigraba de diversos lugares trayendo sus costumbres y creencias.

Educado en la cultura griega, es médico de profesión y aficionado a la pintura. Tiene la gracia de convertirse a la fe en Jesucristo y encontrarse con san Pablo, de quien es fiel compañero y discípulo por muchos años (Flm 24; 2 Tim 4,11; Hch 16,10-17; 20,5-21; 28). Conoce a María, la madre de Jesús, en una visita que le hace junto a Pablo. Comparte con él hasta la prisión en Roma, y lo asiste en sus últimos días (2 Tim 4,11).

Es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita. Sus orígenes paganos y su cercanía a Pablo son importantes en la composición de su evangelio. Según su propio testimonio (Lc 1,3), Lucas se informa «de todo exactamente desde su primer origen». No cabe duda de que una de sus principales fuentes de información es el mismo Pablo, y es muy probable que escuchara también a la Madre de Jesús, especialmente sobre la infancia del Señor; por ejemplo, es el único que cuenta la Anunciación. Precisamente por sus noticias sobre el Niño y su Madre, es el Evangelista que más habla de María.

Se le atribuyen habilidades de pintor y se supone que pinta retratos de María. El más famoso, que se conserva en la Capilla Paulina de Santa María la Mayor de Roma, es en realidad un icono del siglo XII. La imagen de nuestra Señora del Perpetuo Socorro sería original de él. Los pintores lo tienen también por patrono y se encomiendan a él como al artista que tuvo el máximo modelo de hermosura humana.

Escribe su evangelio en Roma a fines de la primera cautividad de san Pablo, entre los años 62 y 63. Sus destinatarios son los cristianos de las Iglesias fundadas por el Apóstol de los gentiles. Como evangelista tiene un rasgo muy peculiar debido a su condición de gentil que escribe para cristianos de cultura griega: hace muy pocas referencias a la Ley de Moisés y es el que más insiste en el alcance universal de la salvación, mostrándose también en eso fiel discípulo de Pablo. Su idea fundamental es el acceso de todos los pueblos a la Salvación, y la participación en el Reino de Dios de todas las categorías que la Ley judía aparta del culto: pobres, pecadores, mujeres y paganos. Demuestra una gran estima por la mujer; todas las mujeres que aparecen son amables y Jesús siempre les demuestra gran aprecio y verdadera comprensión.

Lucas ve a las personas tal cual son (mitad debilidad y mitad buena voluntad), y las ama y las comprende. Es llamado el Evangelista de la misericordia, por ser el único que nos trae las parábolas del hijo derrochón, de la moneda perdida, del buen samaritano, etc. Contiene un anuncio de la vida de Jesús que podemos considerar el más completo de todos y hecho a medida para los cristianos de origen no judío. No minimiza nunca la Cruz —nos deja la descripción más detallada de la agonía de Jesús— pero en él predomina el gozo: desde el nacimiento de Juan, con el cual «muchos se alegrarán», al envío de los discípulos, que tras la Ascensión «volvieron a Jerusalén con gran alegría», pasando por las parábolas de la misericordia, todo en él es un triunfo de la vida y del amor. El cantor de la mansedumbre de Cristo (como lo llama el Dante), capta desde el principio el universalismo del mensaje de amor que Jesús confía a los suyos.

Lo han llamado el evangelio de los pobres, porque Jesús aparece prefiriendo siempre a los pequeños, a los enfermos, a los pobres y a los pecadores arrepentidos. Es un Jesús que corre al encuentro de aquellos para quienes la vida es más dura y angustiosa.

También se ha llamado el evangelio de la oración, porque presenta a Jesús orando en todos los grandes momentos de su vida e insistiendo continuamente en la necesidad de orar siempre y de no cansarse de orar.

    

Otro nombre que le han dado a su escrito es el evangelio de los pecadores, porque presenta siempre a Jesús infinitamente comprensivo con los que han sido víctimas de las pasiones humanas. San Lucas quiere insistir en que el amor de Dios no tiene límites ni rechaza a quien desea arrepentirse y cambiar de vida. Por eso los pecadores leen con tanto agrado y consuelo el evangelio de Lucas: fue escrito pensando en ellos.

En los Hechos de los Apóstoles, segunda parte de su evangelio, como historiador de la Iglesia naciente describe con entusiasmo la vida de la primitiva comunidad de Jerusalén, y presenta a Pablo como el prototipo del misionero; relata la misión de los Apóstoles como un prolongado viaje que empieza en Jerusalén y termina en Roma, capital del mundo conocido. Encontramos un resumen del libro en Hch 1,8. En su estilo de griego y de literato, el mensaje de salvación canta un auténtico himno de acción de gracias, de alegría y de optimismo. Es el libro del testimonio, aparecido por el año 80. Cuatro temas se destacan en él: kerygma o primer anuncio evangélico, la catequesis o esclarecimiento sistemático de la fe, la formación de las primeras comunidades, y la misión encarnada principalmente en la figura de san Pablo.

    

Según remotas tradiciones, después de la muerte de Pablo, Lucas evangeliza en Egipto, Acaya y Bitinia, donde habría sellado con su sangre la verdad del Evangelio al morir crucificado en Patrás, Grecia, a los 84 años. La tradición indica que mandó ser enterrado junto a la imagen tallada de "nuestra Señora" que él mismo había hecho, la cual originaría siglos después el culto a la Virgen de Guadalupe en España. Su símbolo es el buey, porque su evangelio empieza con el sacrificio de Zacarías en el Templo, y desde tiempo inmemorial es patrono de médicos y cirujanos. En tiempos de las Cruzadas, las reliquias del santo llegaron a Padua (Italia), donde se conservan en la iglesia de Santa Justina.

Oración

Señor Dios, que elegiste a san Lucas para que,
con su predicación y sus escritos,
revelara al mundo tu amor hacia los pobres,
concede a quienes nos gloriamos de ser cristianos
vivir unidos con un solo corazón y una sola alma
y haz que todos los pueblos lleguen a contemplar a tu Salvador.
Por Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.



San Lucas: el amigo de María

¿Sabías que el evangelio de San Lucas es considerado el Evangelio Mariano? Se dice que la Virgen María conoció a San Lucas después de que Jesús hubiera ascendido a los cielos, y que gracias a las conversaciones que hubo entre ellos y la estrecha amistad que tuvieron, San Lucas escribió su Evangelio.

La diferencia radical entre San Lucas y los otros tres evangelistas es que ellos vivieron con Jesús, lo conocieron, fueron sus discípulos y todo lo que nos narran es una experiencia personal.

San Lucas no compartió personalmente con Jesús; conoció a los demás apóstoles después de la Ascensión. Es curioso que los detalles y la precisión de los datos que se encuentran en el Evangelio de San Lucas son mucho más sustanciosos y rigurosos que en los otros tres, a pesar de no haberle visto cara a cara. Su experiencia y misión son muy parecidos a las que nosotros (y otros millones de personas a lo largo de la historia), hemos vivido: conocimos a Jesús porque alguien más nos contó lo que sucedió con él. 

Es interesante que en su Evangelio se encuentran muchos relatos y episodios claves  que no están en los otros tres, por ejemplo la infancia de Jesús, la concepción de San Juan Bautista, el Magníficat, la visita de la Virgen María a Santa Isabel, el nacimiento de San Juan Bautista, la circuncisión, la profecía de Simeón, entre muchos otros. Además, un tercio de los milagros y tres cuartos de las parábolas son exclusivas de este Evangelio. Es el evangelista que más veces nombra a La Virgen María, es el que mejor describe la amabilidad de Jesús y su texto se conoce como “el Evangelio de la oración”, porque describe cómo Jesús priorizó la oración, en especial durante los momentos más importantes de su vida. 

También se dice que San Lucas pintó varios cuadros de María y el niño. Las siguientes obras siguen en pie y se pueden visitar, sin embargo son fuente de controversias debido a su antigüedad y a los traslados que han tenido: La Odoghetria (se encuentra en Constantinopla), Salus Populi Romani (que se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma), Nuestra Señora de Czestochowa (se encuentra en Polonia), y la Madonna de la Guardia (está en Bolonia - Italia).

¿Por qué el Evangelio de San Lucas es tan rico en detalles, experiencias y datos siendo que él fue el único que no conoció a Jesús personalmente? Hay dos respuestas a esta pregunta: una que tiene sustento bibliográfico, y otra que es asumida por Tradición. La primera es porque se sabe que fue compañero de viaje de San Pablo ya que éste último nombra a San Lucas en sus cartas.

La segunda respuesta es asumida por Tradición y surge al leer el prólogo  de su Evangelio en donde dice: “he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribirlo por su orden” (Lk 1:3). Por estas palabras se asume que San Lucas quiso “entrevistar” a las personas más cercanas a Jesús, incluída a la Virgen María, con el fin de dar a conocer lo sucedido. Otro factor que hizo que su Evangelio fuera más estructurado y que la lectura fuera más fácil fue porque él era médico y por lo mismo, era muy letrado.

Estos datos históricos, la calidad de los escritos de San Lucas y el legado de las obras de arte en las que podemos ver los rostros de Jesús y María, nos muestran que la amistad entre la Virgen María y San Lucas es una de las fuentes más valiosas por las que conocemos detalles de la vida oculta de Jesús.

Sigamos el ejemplo de este evangelista: acerquémonos a María para que sea Ella quien nos revele los secretos del corazón de Jesús y nos permita, al momento de nuestra muerte, ver sus rostros.

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