Por aquel tiempo se presentaron algunos, que le contaron lo
de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de
los sacrificios que ofrecían, y respondiéndoles, dijo: ¿Pensáis
que esos galileos eran más pecadores que los otros por haber
padecido todo esto? Yo os digo que no, y que, si no hiciereis
penitencia, todos igualmente pereceréis.
Aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató,
¿creéis que eran más culpables que todos los hombres que moraban
en Jerusalén? Os digo que no, y que, si no hiciereis penitencia, todos
igualmente pereceréis.
Segundo texto para meditar: Tratado de la Verdadera Devoción
a la Santísima Virgen, núms. 81 y 82
Para vaciamos de nosotros mismos es menester morir a
nosotros mismos todos los días; es decir, es menester
renunciar a las operaciones de las facultades de nuestra
alma y de los sentimientos de nuestro cuerpo; es menester
ver como si no se viese, oír como si no se oyese, servirse
de las cosas de este mundo como si no se sirviese uno de
ellas, lo cual llama San Pablo morir todos los días. (1 Cor 15, 31).
Si al caer el grano de trigo en la tierra no muere, permanece
solo y no produce fruto bueno (Jn, 12, 24). Si no morimos a
nosotros mismos y si nuestras devociones más santas no
nos conducen a esta muerte necesaria y fecunda, no
produciremos fruto alguno, y serán inútiles nuestras
devociones; todos nuestros actos de justicia estarán
mancillados por el amor propio y la propia voluntad,
lo que hará que Dios tenga por abominación los mayores
sacrificios y las mejores acciones que podamos ejecutar,
y a nuestra muerte nos hallaremos con las manos vacías
de virtudes y de méritos, y no tendremos una centella del
amor puro que sólo se comunica a las almas muertas a sí
mismas, cuya vida se esconde con Jesucristo en Dios.
Es menester escoger entre todas las devociones a la
Santísima Virgen, la que más nos lleve a esta muerte propia,
como que es la mejor y más santificante, porque ni es oro
todo lo que reluce, ni miel todo lo dulce, ni lo más factible y
practicado por la mayoría es lo más perfecto. Como en el
orden de la naturaleza hay operaciones que se hacen a
poca costa y con facilidad, asimismo en el de la gracia hay
secretos que se ejecutan en poco tiempo, con dulzura y
facilidad, operaciones sobrenaturales y divinas que
consisten en vaciarse de sí mismo y llenarse de Dios, y lograr
así la perfección.
Oraciones del día
LETANÍA DEL ESPÍRITU SANTO
Señor, ten piedad.
Cristo ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de
nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, ten piedad de
nosotros.
Espíritu que procede del Padre y del Hijo, ilumínanos
y santifícanos.
Espíritu del Señor, que al comienzo de la creación
planeando sobre las aguas las fecundaste, ilumínanos
y santifícanos.
Espíritu por inspiración del cual han hablado los profetas,
ilumínanos y santifícanos.
Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas,
ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que das testimonio de Cristo, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las
cosas, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que sobreviene a María, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu del Señor que llena todo el orbe, ilumínanos
y santifícanos.
Espíritu de Dios que habita en nosotros, ilumínanos
y santifícanos.
Espíritu de sabiduría y de entendimiento, ilumínanos
y santifícanos.
Espíritu de consejo y de fortaleza, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu de ciencia y de piedad, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu de temor del Señor, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de gracia y de misericordia, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu de fuerza, de dilección y de sobriedad,
ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz,
ilumínanos y santifícanos.
Espíritu de humildad y de castidad, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu de benignidad y de mansedumbre, ilumínanos
y santifícanos.
Espíritu de multiforme gracia, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que escrutas los secretos de Dios, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos
inenarrables, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma
de paloma, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu en el cual renacemos, ilumínanos y santifícanos.
Espíritu por el cual se difunde la caridad, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu de adopción de los hijos de Dios, ilumínanos y
santifícanos.
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los apóstoles apareciste,
ilumínanos y santifícanos.
Espíritu con el cual fueron los apóstoles henchidos,
ilumínanos y santifícanos.
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como
quieres, ilumínanos y santifícanos.
Sednos propicio, perdónanos, Señor.
Sednos propicio, perdónanos, Señor.
De todo mal, líbranos, Señor.
De todo pecado, líbranos, Señor.
De tentaciones e insidias del demonio, líbranos, Señor.
De la presunción y desesperación, líbranos, Señor.
De la resistencia a la verdad conocida, líbranos, Señor.
De la obstinación y de la impenitencia, líbranos, Señor.
De la impureza de la mente y del cuerpo, líbranos, Señor.
Del espíritu de fornicación, líbranos, Señor.
De todo espíritu del mal, líbranos, Señor.
Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo.
Te rogamos óyenos.
Por tu descenso sobre Cristo en el Jordán.
Te rogamos óyenos.
Por tu advenimiento sobre los discípulos.
Te rogamos óyenos.
En el día del juicio, nosotros pecadores.
Te rogamos óyenos.
Para que, así como vivimos del Espíritu, obremos
también por Él. Te rogamos óyenos.
Para que recordando que somos templo del Espíritu
Santo, no lo profanemos. Te rogamos óyenos.
Para que viviendo según el Espíritu, no cumplamos
los deseos de la carne. Te rogamos óyenos.
A fin de que por el Espíritu mortifiquemos las obras de
la carne. Te rogamos óyenos.
Para que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios.
Te rogamos óyenos.
Para que seamos solícitos en guardarla unidad
del Espíritu en el vínculo de la paz. Te rogamos óyenos.
Para que no creamos a todo espíritu. Te rogamos óyenos.
Para que probemos a los espíritus si son de Dios.
Te rogamos óyenos.
Para que te dignes renovar en nosotros el espíritu de
rectitud. Te rogamos óyenos.
Para que nos confirmes por tu Espíritu soberano.
Te rogamos óyenos.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Oración:
Asístanos, te pedimos Señor, la virtud del Espíritu Santo,
que purifique clemente nuestros corazones, y nos
preserve de todo mal. Te lo pedimos por el mismo
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
LETANÍA DE NUESTRA SEÑORA
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo ten piedad. Cristo ten piedad.
Señor, ten piedad. Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Trinidad Santa, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María. Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios. Ruega por nosotros.
Santa Virgen de las vírgenes. Ruega por nosotros.
Madre de Cristo. Ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia. Ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia. Ruega por nosotros.
Madre purísima. Ruega por nosotros.
Madre castísima. Ruega por nosotros.
Madre siempre virgen. Ruega por nosotros.
Madre inmaculada. Ruega por nosotros.
Madre amable. Ruega por nosotros.
Madre admirable. Ruega por nosotros.
Madre del buen consejo. Ruega por nosotros.
Madre del Creador. Ruega por nosotros.
Madre del Salvador. Ruega por nosotros.
Virgen prudentísima. Ruega por nosotros.
Virgen digna de veneración. Ruega por nosotros.
Virgen digna de alabanza. Ruega por nosotros.
Virgen poderosa. Ruega por nosotros.
Virgen clemente. Ruega por nosotros.
Virgen fiel. Ruega por nosotros.
Esclava del Señor. Ruega por nosotros.
Espejo de justicia. Ruega por nosotros.
Trono de sabiduría. Ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría. Ruega por nosotros.
Vaso espiritual. Ruega por nosotros.
Vaso honorable. Ruega por nosotros.
Vaso insigne de devoción. Ruega por nosotros.
Rosa mística. Ruega por nosotros.
Torre de David. Ruega por nosotros.
Torre de marfil. Ruega por nosotros.
Casa de oro. Ruega por nosotros.
Arca de la alianza. Ruega por nosotros.
Puerta del cielo. Ruega por nosotros.
Estrella de la mañana. Ruega por nosotros.
Salud de los enfermos. Ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores. Ruega por nosotros.
Consoladora de los afligidos. Ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos. Ruega por nosotros.
Reina de los ángeles. Ruega por nosotros.
Reina de los patriarcas. Ruega por nosotros.
Reina de los profetas. Ruega por nosotros.
Reina de los apóstoles. Ruega por nosotros.
Reina de los mártires. Ruega por nosotros.
Reina de los confesores. Ruega por nosotros.
Reina de las vírgenes. Ruega por nosotros.
Reina de todos los santos. Ruega por nosotros.
Reina concebida sin mancha original.
Ruega por nosotros.
Reina asunta a los cielos. Ruega por nosotros.
Reina del Santísimo Rosario. Ruega por nosotros.
Reina de la familia. Ruega por nosotros.
Reina de la paz. Ruega por nosotros.
Reina de los esclavos de amor. Ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para
que seamos dignos de alcanzar las promesas y
gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos
siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión
gloriosa de Santa María, la Virgen, líbranos de las
tristezas de este mundo, y concédenos las alegrías
del cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
AVE MARIS STELLA
Salve, Estrella del mar, Madre, que diste a luz a Dios,
quedando perpetuamente Virgen, feliz puerta del cielo.
Pues recibiste aquel Ave de labios de Gabriel,
ciméntanos en la paz, trocando el nombre de Eva.
Suelta las prisiones a los reos, da lumbre a los ciegos,
ahuyenta nuestros males, recábanos todos los bienes.
Muestra que eres Madre, reciba por tu mediación
nuestras plegarias el que nacido por nosotros, se dignó
ser tuyo.
Virgen singular, sobre todos suave, haz que libres de
culpas, seamos suaves y castos.
Danos una vida pura, prepara una senda segura,
para que, viendo a Jesús, eternamente nos gocemos.
Gloria sea a Dios Padre, a Cristo altísimo y al Espíritu
Santo: a los tres un solo honor. Amén.
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