miércoles, 2 de noviembre de 2022

CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS DIFUNTOS 2 de noviembre



Lectionario y homilías para la solemnidad

No "reencarnación", sino "resurrección" profesa la fe cristiana -Comentario del padre Cantalamessa a la conmemoración de todos los fieles difuntos, 2007
Muramos con Cristo, y viviremos con él -San Ambrosio sobre la muerte de su hermano. Del Oficio Divino.


En este día rezamos por los difuntos que están en el purgatorio. Los que han ido al cielo son santos y no necesitan oración. Los que están en el infierno no pueden beneficiarse de la oración ni la desean. Solo rezamos por las difuntas almas del purgatorio. Pero como no sabemos con seguridad si un difunto está en el purgatorio (a no ser que la Iglesia lo haya declarado santo en cuyo caso está en el cielo), es bueno rezar por todos los difuntos. 

Intercedemos por todos los difuntos, en especial nuestros familiares y conocidos, para que pronto se encuentren con el Señor en el cielo.  

Es antigua costumbre cristiana visitar los cementerios el día de los difuntos y llevar flores como signo de amor y honra. Recordamos nuestros ancestros sobre todo en la Santa Misa ofrecida por ellos.

Santo Tomás: rezar por los difuntos es la mayor obra de misericordia, aún más que rezar por los vivos, ya que éstos pueden valerse por sí mismos.


Indulgencia Plenaria por la octava de la Solemnidad de Todos los Santos
A favor de las almas del purgatorio:
Podemos pedir por alguien en especial pero Dios es quien decide a quién se aplica pensando en el mayor bien de la Iglesia y el nuestro. Se pueden ganar un máximo de una indulgencia plenaria por comunión (una por día).

Condiciones:
1-Visitar un cementerio y devotamente rezar, aunque sea mentalmente, por los difuntos desde el 1 al 8 de Noviembre (otros días del año la indulgencia es parcial)
2-Visitar una Iglesia el día de los fieles difuntos (desde la tarde del 1 de Noviembre hasta el 2 de Nov. inclusive) Al visitar la Iglesia rezar el Padre Nuestro y el Credo.

Se deben además satisfacer las siguientes condiciones:
-Confesión sacramental, ocho días antes o después.
-Comunión
-Rezar por las intenciones del Santo Padre (un Padre Nuestro y Ave María).

Las tres condiciones se pueden satisfacer varios días antes o después hacer de la visita. Sin embargo es apropiado que la comunión se reciba y la oración por la intención del Santo Padre se rece en el día de la visita.


La abadía de Cluny, origen de la fiesta litúrgica de los difuntos

Aunque la costumbre de orar por los difuntos y celebrar misa por ellos es tan antigua como la Iglesia, la fiesta litúrgica por los difuntos se remonta al 2 de noviembre de 998 cuando fue instituida por San Odilón, monje benedictino y quinto abad de Cluny en el sur de Francia.

En el siglo XIV, Roma adoptó esta práctica. La fiesta fue gradualmente expandiéndose por toda la Iglesia.

El Papa Juan Pablo II, en un mensaje que envió al obispo Raymond Séguy, abad titular de Cluny el 12 de octubre del 1998, señala que en ese año se celebra también el centenario de la fundación de la Archiconfraternidad de Nuestra Señora de Cluny, encargada de rezar por las almas del purgatorio, y el XL aniversario de la publicación del boletín «Lumière et vie» (Luz y Vida), que promueve la oración por los difuntos.

Juan Pablo II recordó que «San Odilón deseó exhortar a sus monjes a rezar de modo especial por los difuntos. A partir del Abad de Cluny comenzó a extenderse la costumbre de interceder solemnemente por los difuntos, y llegó a convertirse en lo que San Odilón llamó la Fiesta de los Muertos, práctica todavía hoy en vigor en la Iglesia universal».

Fuente: Corazones.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario